El índice de precios de gasto de consumo personal de Estados Unidos, referencia utilizada por la Reserva Federal (Fed) para seguir la evolución de la inflación, avanzó una décima en septiembre hasta el 2,8% en tasa interanual, de acuerdo con los datos publicados este viernes por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.
La inflación subyacente, que deja fuera de su cómputo los precios de la energía y de los alimentos por su mayor volatilidad, terminó el noveno mes de 2025 con un alza del 2,8%, una décima por debajo del registro previo. Por su parte, el coste de los alimentos aumentó un 2,4%, mientras que la factura energética se incrementó un 2,7%.
En términos mensuales, el índice general de precios avanzó un 0,3% y la tasa subyacente se situó en el 0,2%, los mismos porcentajes que se observaron en agosto.
Para contener las presiones inflacionistas, la Fed encadenó once subidas consecutivas de los tipos de interés desde marzo de 2022, hasta que dio por concluida esta secuencia en julio de 2023 tras situar el precio oficial del dinero en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%.
En la cita del 29 de octubre, la autoridad monetaria estadounidense decidió recortar de nuevo el tipo de referencia en 25 puntos básicos, colocándolo en la horquilla del 3,75% al 4%, en línea con el movimiento ya adoptado en septiembre, después de mantener sin cambios el coste del dinero durante cinco reuniones seguidas. No obstante, el banco central insistió en que la incertidumbre sobre las perspectivas económicas seguían siendo “altas”.
