En mayo, el Índice de Garantía de Competitividad (IGC) registró una tasa interanual de -1,05%, reduciéndose 0,32 puntos respecto a abril y marcando su punto más bajo desde junio de 2021, tal como informó el Instituto Nacional de Estadística (INE), que se encarga del cálculo y publicación mensual de este dato.
Este indicador ha continuado con tendencias negativas por quinto mes consecutivo, comenzando el año con una tasa de -0,31% en enero, -0,57% en febrero, -0,72% en marzo y -0,73% en abril.
El IGC se ajusta a una tasa que favorece la recuperación de la competitividad frente a la zona euro, calculada como la tasa del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) de la Unión Económica y Monetaria (UEM) menos una fracción de la pérdida de competitividad acumulada de España desde 1999.
Cuando la variación de este índice es inferior al 0%, se usa este valor como referencia según la regla de no revisión. Si supera el 2%, objetivo a medio plazo del Banco Central Europeo, también se toma como referencia, contribuyendo así a la sostenibilidad de la competitividad económica a medio plazo.
El IGC inició 2024 con un 0,17%, pasando a valores negativos salvo en julio y diciembre, con septiembre presentando la mayor tasa negativa del año (-0,45%). A principios de 2025, el índice ha vuelto a descender, registrando caídas durante los primeros cinco meses.