La acción de Indra registraba una caída significativa del 5,3%, situándose en 43,55 euros hacia las 13:00 horas de este lunes, en medio de especulaciones sobre un posible retraso en su fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Se contempla que este retraso podría extenderse hasta el primer trimestre de 2026, mientras se llevan a cabo las evaluaciones necesarias para determinar la ecuación de canje en la operación propuesta.
Según informes de ‘La Vanguardia’ y ‘El Confidencial’, el consejo de administración de Indra ha optado por esperar a que se cierren las cuentas de 2025 tanto de Indra como de EM&E para perfeccionar la valoración de esta última. Los analistas de XTB han señalado: “Los independientes quieren incorporar las cuentas cerradas de 2025 y auditorías actualizadas de Indra y EM&E para que la ecuación de canje y el precio se basen en información financiera más reciente y revisada externamente”.
Además, se ha creado una comisión ‘ad hoc’ en Indra para analizar los posibles conflictos de interés en la fusión, dado que Ángel Escribano, presidente de Indra, y su hermano Javier, presidente de EM&E y consejero de Indra, son copropietarios de EM&E. La participación de EM&E en Indra es del 14,3%, siendo el segundo mayor accionista después del Gobierno, que tiene un 28% a través de SEPI.
El contexto actual sugiere un posible aplazamiento de la operación hasta 2026, y con un posible acuerdo de paz en Ucrania en el horizonte, la cotización de Indra ha sufrido una caída cercana al 10% desde el pasado 4 de noviembre, cuando casi alcanzó los 51 euros por acción. A pesar de esta caída, Indra cerró la semana anterior en 46 euros por acción, lo que representa un incremento del 169% en lo que va del año, aunque esta revalorización podría reducirse al 155% si la tendencia descendente continúa.
Con el precio actual de las acciones, la capitalización bursátil de Indra se estima en unos 7.693 millones de euros, lo que representa una disminución de casi 433 millones de euros respecto al cierre de la semana pasada y una reducción de casi 1.300 millones de euros comparado con el pico del pasado noviembre.










