El Índice de Precios de Consumo (IPC) redujo en noviembre su variación interanual en una décima, hasta el 3%, gracias al abaratamiento de la electricidad. Así lo reflejan los datos definitivos difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que “confirman los avanzados a finales del mes pasado”.
Con este ajuste de una décima en el penúltimo mes de 2024, la tasa interanual del IPC pone fin a dos meses seguidos de incrementos, después de que en octubre se situara en su cota más elevada en 16 meses, en el 3,1%.
Tanto el INE como el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa detallan que la contención del IPC en noviembre obedece fundamentalmente a la caída de los precios de la electricidad, en contraste con el repunte registrado en el mismo mes del año anterior. Este retroceso en la factura de la luz llevó al grupo de vivienda a recortar su tasa interanual en 1,8 puntos, hasta el 5,7%.
En sentido contrario, los alimentos y las bebidas no alcohólicas incrementaron cuatro décimas su variación anual, hasta el 2,8%, por el encarecimiento de los aceites y grasas, así como de la leche, el queso y los huevos, cuyos precios subieron en noviembre con más intensidad que en el mismo mes de 2024.
También presionó al alza el índice general el grupo de ocio y cultura, cuya tasa anual repuntó algo más de un punto, hasta el 1,2%, debido a que los precios de los paquetes turísticos descendieron menos que en noviembre del año pasado.
La inflación subyacente escala al 2,6% y el IPC mensual sube un 0,2%
El INE ha ratificado igualmente este viernes que la inflación subyacente (que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos) avanzó una décima en noviembre, hasta el 2,6%, su nivel más elevado desde diciembre de 2024, cuando se situó también en el 2,6%.
Si se compara noviembre con octubre, el IPC registró un incremento mensual del 0,2%, cinco décimas menos que el aumento anotado en el mes precedente.
El repunte mensual de los precios se explica por el encarecimiento del vestido y el calzado, que subieron un 4% con la llegada de la temporada de invierno; por el avance del transporte, que aumentó un 0,5% impulsado por el alza de los carburantes y lubricantes para vehículos particulares, y por los alimentos, cuyos precios crecieron un 0,3% por el mayor coste de la leche, el queso, los huevos y la carne.
En cambio, el grupo de hoteles, cafés y restaurantes redujo sus precios un 0,5% en el mes, arrastrado por el abaratamiento de los servicios de alojamiento.
Por otro lado, el IPC armonizado (IPCA) mantuvo en noviembre su tasa interanual en el 3,2% y no registró cambios en términos mensuales.
