En octubre, el índice de precios al consumidor (IPC) en el Reino Unido registró un 3,6%, evidenciando una reducción de dos décimas respecto al mes anterior y marcando el menor incremento desde junio, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
Aunque la inflación en octubre se redujo, aún supera el límite del 2% establecido por el Banco de Inglaterra para la estabilidad de precios, manteniendo la tasa de interés en el 4%.
En el desglose por sectores, los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron un aumento del 4,9% respecto al año anterior, mientras que los costes de educación y transporte subieron un 7,6% y un 3,8% respectivamente, estando este último en consonancia con las cifras de septiembre. Los gastos domésticos vieron un incremento del 5,2%, aunque menor al 7,3% anterior, y el sector de ocio y cultura subió un 2,9%.
El conjunto de bienes moderó su aumento al 2,6% desde el 2,9% de septiembre, y los servicios experimentaron un alza del 4,5%, dos décimas menos que el mes previo.
En su reunión de noviembre, el Banco de Inglaterra optó por mantener su tipo de interés de referencia en el 4%, a pesar de que cuatro de los nueve miembros de su comité votaron por reducirlo a 3,75%. La institución se mostró optimista, señalando que la inflación probablemente alcanzó su pico en septiembre y que el riesgo de una persistencia prolongada «se ha atenuado».
Por su parte, el gobernador Andrew Bailey, cuyo voto fue decisivo para mantener la tasa, manifestó su preferencia por «esperar y ver» si las presiones inflacionarias seguían disminuyendo.
