La identificación temprana de empleados en alto riesgo de baja laboral por problemas de salud mental, junto con tratamientos clínicos personalizados, permite a las empresas recortar hasta un 20% sus gastos vinculados a esta área, contribuyendo así a su estabilidad financiera y a su habilidad para atraer y retener talento, según el último estudio de ifeel, especialista en salud mental corporativa.
La salud mental puede llegar a constituir hasta el 8% del gasto total de la nómina anual, ejerciendo una considerable presión sobre la rentabilidad y operaciones de las compañías. No obstante, las empresas que invierten proactivamente en esta área logran mejorar su situación financiera, obteniendo una ventaja competitiva frente a otras que no consideran la salud mental como un recurso estratégico clave.
El análisis, que compiló datos de ocho países europeos entre noviembre de 2024 y junio de 2025, indica que más del 50% de los trabajadores operan con una capacidad mermada, impactando directamente en la productividad y elevando de forma continua los costes operacionales.
El informe, que adopta un método de análisis dual enfocado en el riesgo de absentismo laboral y en la predicción de rotación de personal, resalta “la importancia de abordar este problema como parte de la cultura empresarial, ya que la salud mental se ha convertido en un factor crítico dentro de las organizaciones”.
En España, el coste total del absentismo laboral asciende a 81.574 millones de euros anuales (equivalente al 5,4% del PIB), siendo la salud mental la segunda causa principal de baja laboral. “La salud mental es la segunda causa de absentismo laboral en España y no podemos seguir ignorando su impacto, es necesario abordarla como una prioridad estratégica, no como una cuestión exclusiva de recursos humanos o un simple ‘nice to have’. La salud mental de los trabajadores influye directamente en la productividad, la retención del talento y la sostenibilidad financiera de las organizaciones”, ha afirmado Elena Vargas, country manager de ifeel.