Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha revelado planes para una nueva Ley de Apoyo a la Empresa Familiar con el objetivo de fomentar la creación, protección, modernización y fortalecimiento de más de 450.000 empresas familiares que componen el 93% del tejido empresarial de la región, contribuyendo al 65% del PIB y generando el 60% del empleo privado.
En el marco de la primera sesión del Debate del Estado de la Región, iniciado este jueves en la Asamblea de Madrid, Ayuso detalló que la legislación regional incluirá importantes deducciones fiscales y establecerá un marco legal que permitirá, entre otras cosas, que tíos y sobrinos puedan participar hasta en un 20% del capital accionarial para ser considerados como parte de la empresa familiar.
Adicionalmente, se reducirá en un 95% la base imponible del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para tíos y sobrinos, sin importar si el fallecido tiene cónyuge o descendientes, y se incrementará esta reducción del 95% al 99%.
Esta nueva ley será parte de una Estrategia más amplia, a la que el gobierno regional asignará fondos por valor de 2,5 millones de euros durante su primer año. Las medidas apuntan a facilitar la creación y especialmente el mantenimiento y expansión de estas empresas en Madrid.
La ley también incluirá múltiples iniciativas para apoyar la actividad empresarial, abarcando áreas como la formación, el empleo, la inversión, el acceso a financiación, la internacionalización, la innovación y la digitalización. Se destacan las ayudas principalmente para planes de sucesión y modernización, la creación de una plataforma para empresas familiares sin relevo generacional, servicios de mediación familiar y préstamos para adquisiciones estratégicas.
Además, se ofrecerán subvenciones para la contratación de servicios de consultoría y formación de perfiles profesionales demandados por estas empresas, junto con la instauración de un distintivo que reconozca la trayectoria de la empresa familiar.
Con esta propuesta legislativa, el gobierno madrileño busca potenciar la competitividad de un sector que es considerado «clave», fusionando «mentalidad emprendedora, tradición, empleo estable y arraigo» y asegurando que las empresas familiares continúen siendo un pilar de crecimiento y prosperidad en la región.