Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia de JP Morgan Asset Management para España y Portugal, ha compartido sus expectativas para los próximos meses, destacando un crecimiento económico global y un ambiente “constructivo” para los activos de riesgo en un reciente encuentro con periodistas.
La gestora ha explicado que prefieren la inversión en acciones sobre los bonos, reduciendo la exposición al crédito y manteniendo duración ante posibles sorpresas adversas en el ámbito macroeconómico.
La visión de la entidad se basa en un crecimiento económico continuado a nivel mundial y un aumento “contenido” de la inflación, lo que permitirá a bancos centrales como la Reserva Federal seguir reduciendo los tipos de interés.
En términos geográficos, tras un periodo dominado por el ‘excepcionalismo estadounidense’, la firma ahora adopta una postura neutral entre EE.UU. y Europa. “Las carteras en los últimos años han estado más sesgadas a Estados Unidos; ahora a lo mejor no tiene tanto sentido”, indicó Gutiérrez-Mellado, quien también señaló la necesidad de cautela en las inversiones en el mercado estadounidense debido a las altas valoraciones exigidas actualmente.
Además, ha subrayado la importancia de diversificar: “Hay que tener exposición a todas las regiones, hay que tener carteras globales”, enfatizó durante la presentación.
Respecto a la macroeconomía, la segunda mitad del año se presenta más tranquila gracias a nuevos acuerdos comerciales. Aunque ha observado un incremento en los precios de los bienes, otros factores como los servicios y la presión salarial se han mantenido estables. Además, anticipa que la Fed podría reducir los tipos de interés dos veces más entre este año y el próximo.
Por otro lado, la estratega ha comentado que, aunque a corto plazo son neutrales respecto al dólar, a medio y largo plazo ven espacio para que se deprecie. Este escenario de relajación monetaria, junto con las políticas fiscales y rebajas de impuestos de Trump, impulsarán la economía y las empresas en 2026, aunque también afectarán al déficit público.
En Europa, “desde principios de este año tenemos una visión más constructiva en Europa, porque estamos viendo un cambio de mentalidad, un cambio de filosofía. Ese cambio de filosofía empezó con las elecciones alemanas y hemos visto ese vuelco en su política, no solo en Alemania, sino también en el resto de Europa”, comentó. Esto, a su juicio, debería ser positivo para la economía europea a medio y largo plazo, aunque aún quedan por concretar los efectos de los aranceles y la fortaleza del euro podría impactar en las exportaciones.
Finalmente, ha destacado la sólida posición del sector bancario europeo que, según sus palabras, ha superado incluso a las tecnológicas estadounidenses en términos de cotización y seguirá desempeñando un papel crucial después de años difíciles.
En Asia, especialmente en China, la economía muestra una dualidad marcada por la persistente crisis inmobiliaria y un vigoroso avance tecnológico, lo que podría desencadenar una pugna por el liderazgo tecnológico con Estados Unidos.