JP Morgan Asset Management (AM) ha difundido este jueves su análisis ‘Long Term Capital Markets Assumptions 2026’, anticipando una rentabilidad anual de 6,4% para las carteras compuestas por un 60% de renta variable y un 40% de renta fija en dólares durante los próximos 10 a 15 años.
El documento subraya la fortaleza de las carteras convencionales y la importancia de la diversificación en un escenario dominado por el nacionalismo económico y el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA).
George Gatch, director ejecutivo de la entidad norteamericana, ha afirmado que el estudio proporciona guía «de forma consistente» a sus clientes mientras enfrentan un entorno de inversión que evoluciona rápidamente, además de respaldar la creación de carteras robustas en un contexto de crecimiento moderado y creciente nacionalismo económico, impulsado significativamente por la IA.
De acuerdo con el informe, el corto plazo verá un incremento en beneficios debido a la IA, mientras que en el largo plazo se espera un aumento en la productividad, aunque podría presentar desafíos en el ámbito laboral. Además, se ha resaltado que, a pesar de las significativas valorizaciones bursátiles recientes, las proyecciones de rentabilidad de los activos continúan siendo robustas.
El documento también señala las oportunidades para fomentar la diversificación mediante la renta variable internacional y los activos alternativos, especialmente los activos reales. Específicamente, para los inversores con un portafolio 60/40 y un 30% en activos alternativos, la rentabilidad esperada se eleva al 6,9%.
John Bilton, jefe de Estrategia Global de Multiactivos de la gestora, ha explicado que el informe refleja tres décadas de evolución del mercado y se enfoca en un futuro definido por la tecnología, los cambios políticos y las nuevas clases de activos.
«En nuestra opinión, gran parte de lo que preocupa a los inversores hoy en día terminará perdiendo relevancia frente a las oportunidades y aspectos positivos que vemos surgir a largo plazo», ha comentado.
David Kelly, estratega jefe global, ha añadido que la economía global se está adaptando a un nuevo conjunto de realidades, incluyendo el activismo fiscal, la adopción tecnológica y los cambios demográficos, que están impulsando tanto desafíos como oportunidades.
Grace Peters, codirectora global de estrategia de inversión en banca privada, ha destacado que desarrollar resiliencia para los inversores actuales implica ir más allá de lo tradicional, adoptando activos alternativos y activos reales para manejar el riesgo y desbloquear nuevas fuentes de rentabilidad.
«Lo más importante es vincular las inversiones a un plan orientado a objetivos», ha aconsejado.
PREVISIONES DE ACTIVOS PARA LA PRÓXIMA DÉCADA
El estudio resalta la resiliencia de los mercados a pesar de un crecimiento más lento y describe el nacionalismo económico como un «desafío asumible». La tecnología juega un papel crucial en el mercado alcista actual, y el auge de la IA se perfila como un momento decisivo. La renta variable estadounidense se muestra fuerte frente al efecto de la divisa para los inversores en euros, y se subraya la necesidad de una diversificación esencial en un entorno de inflación más inestable.
En lo que respecta a las previsiones por clase de activo, JP Morgan AM ha estimado un retorno del 4% en bonos del Tesoro de EE.UU. a vencimiento intermedio; un 4,9% en los de largo plazo; un 5,2% en crédito con grado de inversión y un 6,1% en ‘high yield’. En renta variable, se espera un rendimiento del 6,7% para la gran capitalización de EE.UU.; un 7% para la renta variable global y un 7,8% para los mercados emergentes. En cuanto a activos alternativos, se anticipa un 10,2% para el capital riesgo, un 8,2% para el ‘real estate’ (activos inmobiliarios) de EE.UU., un 6,9% para el europeo, un 6,5% para la infraestructura global, un 4,6% para las materias primas y un 5,5% para el oro.
