JTI (Japan Tobacco International) ha anunciado el lanzamiento de Ploom Aura en España, marcando la llegada de la nueva generación de dispositivos de tabaco calentado. Este lanzamiento posiciona a España como uno de los primeros mercados europeos en adoptar este innovador producto, que ya se encuentra en naciones como Japón, Suiza, Alemania o Italia.
La introducción de Ploom Aura se produce en un período de notable crecimiento para los productos de riesgo reducido de JTI. La empresa japonesa ha informado que cerró el tercer trimestre de 2025 con un aumento del 27% interanual en esta categoría, destacando el éxito de Ploom Aura en Japón, donde ha ayudado a incrementar la cuota de mercado de JTI en el segmento de tabaco calentado hasta alcanzar el 15,5%.
En territorio español, los dispositivos de tabaco calentado han experimentado un crecimiento anual superior al 20%, consolidando a España como uno de los mercados con más potencial en Europa. Ploom se introdujo inicialmente en Madrid en 2024 y más tarde se expandió a otras regiones.
Declaraciones de liderazgo y compromiso con la innovación
«España se ha posicionado como un mercado clave para la categoría de tabaco calentado. La positiva evolución de Ploom y el interés de los consumidores adultos por alternativas sin combustión nos permiten introducir un dispositivo más avanzado y preciso», explicó John Freda, director general de JTI Iberia.
El compromiso de JTI con la innovación en productos de tabaco sin combustión se refleja en una inversión de aproximadamente 300.000 millones de yenes (1.660 millones de euros) entre 2022 y 2024, y un plan de inversión adicional de cerca de 650.000 millones de yenes (3.600 millones de euros) para el periodo 2025-2027, enfocado especialmente en el tabaco calentado.
Este esfuerzo se suma a la inversión de más de 85 millones de euros en la modernización de la planta de Tenerife en la última década. Además, Freda destacó la importancia de un marco regulatorio adecuado: «Desde JTI mantenemos que el avance de la categoría debe ir acompañado de un marco regulatorio riguroso y basado en la evidencia científica, que distinga entre productos combustibles y sin combustión, y permita innovar en productos que pueden suponer alternativas de menor riesgo para fumadores adultos», sostuvo.