La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado luz verde a una propuesta renovada de metodología para determinar el coste neto del Servicio Postal Universal (SPU), diseñada para resultar más eficiente y coherente desde el punto de vista económico.
El organismo que encabeza Cani Fernández recuerda que el SPU asegura la prestación de determinados servicios postales —envíos nacionales e internacionales, ordinarios y certificados, de tarjetas postales y de cartas de hasta 2 kilogramos (kg), así como de paquetes postales de hasta 20 kg— con unos estándares de calidad y a precios asequibles en todo el territorio español.
En la actualidad, Correos es el operador designado para ofrecer estos servicios y, por este cometido, percibe una compensación específica.
Al mismo tiempo, la CNMC es la autoridad responsable de la supervisión del sector postal, incluida la comprobación de la compensación que recibe Correos, conforme a lo establecido en la Ley Postal.
La metodología para calcular dicho coste neto debía incorporarse al plan de prestación del SPU, aprobado por el Consejo de Ministros en 2021.
Deficiencias del modelo vigente
La CNMC ha venido advirtiendo en distintos informes y resoluciones de las carencias de la metodología actualmente en vigor y ha reclamado la aprobación de un nuevo enfoque para su aplicación a partir del ejercicio 2021.
Entre los principales inconvenientes, el regulador destaca que el modelo no puede utilizarse más allá de 2020, dado que algunos de sus parámetros solo son válidos para el periodo comprendido entre 2011 y 2020.
Nuevo enfoque para el cálculo del coste neto
La metodología ahora propuesta se apoya en los principios de eficiencia y razonabilidad económica y en la experiencia acumulada por la CNMC en la verificación del coste neto del SPU en el periodo 2011-2020 (resoluciones). Asimismo, integra las mejores prácticas aplicadas en otros países europeos.
El esquema adopta un enfoque PC (“profitability cost”) y concibe el cálculo del coste neto del SPU como la diferencia entre los costes soportados en el escenario base del operador designado (la situación actual, con obligaciones de servicio público) y un escenario contrafactual (hipotético, sin dichas obligaciones), en el que el operador iría tomando decisiones racionales de forma progresiva para transformar en rentables las oficinas deficitarias.
Otros elementos de la propuesta
El modelo también incorpora el valor de las ventajas inmateriales de las que disfruta Correos por su condición de operador designado del SPU, como la reputación, la imagen de marca y el refuerzo publicitario. Igualmente, contempla el derecho a obtener un beneficio razonable, calculado como un coste medio ponderado del capital, así como un incentivo explícito a la eficiencia.
Entre las ventajas operativas más relevantes de la nueva metodología figura su aplicabilidad desde el ejercicio 2021 y su vigencia más allá de 2025, fecha a partir de la cual entrará en vigor la reforma de la Ley Postal, que divide el SPU en dos ámbitos diferenciados: urbano y rural.
La revisión de los parámetros del modelo será automática, y la información necesaria para efectuar el cálculo procederá, principalmente, de la contabilidad analítica de Correos.