El alcance de la orden del Gobierno estadounidense de Donald Trump para paralizar las obras en cinco concesiones de parques eólicos marinos ('offshore') solo incidirá sobre la parte del proyecto 'Vineyard Wind 1' de Iberdrola que aún no está en funcionamiento, de modo que no tendrá impacto sobre alrededor del 80% de la instalación.
Fuentes de Iberdrola indicaron a Europa Press que la instrucción emitida por la Administración estadounidense excluye de forma expresa los activos ya en operación, que constituyen la mayor parte de 'Vineyard Wind 1'. Este parque eólico marino, promovido conjuntamente por la compañía española y el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), lleva completando desde comienzos de 2024 las tareas de puesta en marcha, con cerca de un 80% de sus aerogeneradores generando electricidad desde hace meses para unos 400.000 hogares en Massachusetts, y con solo dos de las 62 torres pendientes de instalar.
En el caso concreto de 'Vineyard Wind 1', la orden permite seguir produciendo energía con ese 80% de turbinas ya operativas, por lo que las nuevas directrices no modifican la explotación ordinaria del parque.
Las mismas fuentes de Iberdrola subrayaron además que no se prevén efectos relevantes en las cuentas del grupo derivados de esta medida y enfatizaron que "colaborará con las autoridades, como siempre ha hecho".
'Vineyard Wind 1' alcanzará un total de 62 aerogeneradores del modelo GE Haliade-X, con una potencia de hasta 13 megavatios (MW) cada uno, capaces de aportar 806 MW en conjunto, suficientes para suministrar electricidad a más de 400.000 hogares y empresas de la Commonwealth de Massachusetts.
Actualmente, 50 turbinas se encuentran ya en servicio en el parque, con una potencia agregada de unos 650 MW, mientras que las 12 restantes añadirán cerca de 156 MW hasta completar la capacidad prevista.
La orden de suspensión fue aprobada este lunes por la Administración de Donald Trump, que decidió detener las obras en cinco concesiones de eólica marina ('offshore'), entre las que figura 'Vineyard Wind 1'.
En un comunicado, el Departamento del Interior de Estados Unidos informó de la suspensión inmediata de los contratos de arrendamiento de todos los proyectos eólicos marinos a gran escala actualmente en construcción en el país, alegando riesgos para la seguridad nacional detectados por el Departamento de Guerra en informes clasificados recientemente concluidos.
Según la Administración estadounidense, esta pausa dará "tiempo para trabajar con los arrendatarios y los socios estatales para evaluar la posibilidad de mitigar los riesgos de seguridad nacional que plantean estos proyectos".
Además de 'Vineyard Wind 1', la decisión afecta a otros parques en desarrollo como 'Revolution Wind', de 704 MW y promovido por Orsted; 'Sunrise Wind', de 924 MW; 'Coastal Virginia Offshore Wind', de 2.600 MW; y 'Empire Wind 1', de 810 MW, impulsado por Equinor.
Gran apuesta eólica 'offshore' de Iberdrola en Estados Unidos
'Vineyard Wind 1' constituye la primera gran instalación eólica marina 'offshore' de Iberdrola en Estados Unidos. El proyecto está controlado al 50% por el Grupo Iberdrola, a través de su filial Avangrid Power, y por CIP, y supone una inversión aproximada de 3.000 millones de dólares (más de 2.700 millones de euros), respaldada por contratos de suministro con las tres principales eléctricas del estado.
En septiembre pasado, la Administración de Donald Trump, en el marco de su ofensiva contra este tipo de energías renovables, ya había puesto bajo presión dos proyectos eólicos marinos de Iberdrola, New England Wind 1 y 2, al revocar la autorización para su construcción, aunque en ambos casos las obras aún no habían comenzado.
Desde la llegada del nuevo Gobierno estadounidense, se han ido encadenando órdenes de suspensión de obras, retiradas de permisos y amenazas de hacerlo en distintos desarrollos eólicos 'offshore' en el país.
Plan inversor de Iberdrola en redes en Estados Unidos
Estados Unidos se mantiene como un mercado clave para Iberdrola dentro de su nueva 'hoja de ruta' hasta 2028, presentada el pasado mes de septiembre. El grupo contempla destinar más de 16.000 millones de euros de inversión en el país hasta 2028, concentrando la mayor parte de estos recursos en infraestructuras de redes eléctricas y de gas.
La estrategia inversora de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán se apoya en el compromiso de seguir destinando capital a modernizar, reforzar y ampliar las redes de transporte y distribución de electricidad y gas en sus 'utilities' de Nueva York y Nueva Inglaterra, que suministran energía a más de 3,4 millones de clientes.
Iberdrola cuenta actualmente con cerca de 11.000 MW en operación en Estados Unidos y alrededor del 80% de su negocio en el país corresponde a redes eléctricas de transporte y distribución.