ONU Turismo, UNE y Fundación ONCE han presentado una nueva guía destinada a turoperadores, agencias y agentes de viajes, cuyo objetivo es fomentar un turismo accesible e inclusivo.
Este manual, titulado ‘Cómo aplicar la Norma ISO 21902’, ofrece una serie de recomendaciones para detectar y suprimir obstáculos, mejorar el servicio al cliente con discapacidad y proporcionar productos turísticos diseñados para ser accesibles desde su concepción.
Acciones Clave para la Implementación
Se resalta la importancia de la formación del personal como obligatoria, la revisión técnica de la accesibilidad, la divulgación de información en formatos accesibles y la colaboración con profesionales certificados en accesibilidad.
El turismo es sinónimo de desarrollo económico y debe ser inclusivo, considerando a todos los individuos. ‘Al incluir la accesibilidad y el diseño universal desde el principio, la inversión es mínima. Apostando por la igualdad, las empresas turísticas se vuelven más sostenibles, llegan a nuevos públicos y emplean a personas con diversidad funcional, generando oportunidades de negocio y la diferenciación’, destaca la guía.
El documento propone 11 áreas de acción, comenzando por evaluar los niveles de accesibilidad tanto en la oferta como en la demanda de experiencias turísticas accesibles. También enfatiza en diagnosticar la accesibilidad de cada parte de la cadena de valor antes de ofrecer cualquier producto accesible.
Se sugiere asistir a los agentes de viajes y a los proveedores de servicios para maximizar las oportunidades económicas que implica la accesibilidad y mejorar la formación práctica con la ayuda de expertos en accesibilidad.
Creando un Entorno de Viaje Adecuado
Se busca incluir una variedad de servicios accesibles en las ofertas convencionales, diseñadas por turoperadores y proveedores del sector turístico, y crear condiciones de ‘autonomía, comodidad y seguridad’ durante el viaje. Además, se promueve organizar y promocionar recursos turísticos listos para su comercialización según diferentes categorías, destinos y experiencias, y facilitar una comprensión completa de la oferta tanto para empleados como para clientes.
Entre otras medidas, se recomienda diseñar productos, paquetes e itinerarios turísticos adaptados a las necesidades de clientes con diferentes capacidades, discapacidades y edades, comprendiendo que ‘cada cliente con discapacidad o requisitos de accesibilidad tiene intereses individuales y específicos’. También se establecen criterios para garantizar la accesibilidad en espacios físicos y plataformas digitales, incluyendo sitios web, sistemas de reserva y canales de atención al cliente.
‘La formación en accesibilidad, junto con los criterios y estándares adecuados, son esenciales para comprender las necesidades de cada cliente, recopilar y transmitir información crucial, y prever servicios complementarios que satisfagan los requisitos de accesibilidad de los clientes’, recalca la guía.
