El tipo de interés medio aplicado en el mercado de tarjetas revolving se ha situado este año en el 23,34%, es decir, 0,10 puntos por encima del nivel registrado en 2024, de acuerdo con el IX Estudio elaborado por Asufin sobre este producto. La asociación califica esta evolución de “estancamiento”, aunque matiza que sigue siendo “en niveles muy altos”.
La organización de consumidores, que elabora una serie anual desde 2021, destaca que en 2024 se produjo “un cambio de ciclo”, al pasar del 21,07% en 2023 al 23,24%.
“Ese incremento marcó un cambio de ciclo: tras varios años de contención e incluso bajadas motivadas por la sucesión de sentencias judiciales en contra, el crédito revolving volvió a encarecerse con fuerza, en perjuicio del consumidor”, afirma específicamente la asociación.
Asufin atribuye este giro a la “controvertida resolución” del Tribunal Supremo de 2023, en la que se fijó en hasta seis puntos porcentuales el diferencial para considerar usurario un crédito revolving. A juicio de la asociación, esta decisión “ha permitido a la industria elevar los tipos”.
El informe también pone de relieve la “alta heterogeneidad” del mercado de tarjetas revolving, con “grandes disparidades” en los costes entre unos productos y otros. La diferencia entre la tarjeta con la TAE más elevada y la más reducida es de 29,63 puntos porcentuales, lo que se traduce en una brecha de 257,82 euros en el coste total de financiar 1.000 euros a 24 meses.
“En el extremo superior del mercado se mantiene la Tarjeta Después Oro de BBVA, cuya TAE del 41,48% supone un coste final de 379,20 euros por la operación. Este nivel de interés, que ya destacaba como el más elevado en el informe de 2024, se produce por una combinación de tipos elevados y una comisión de apertura elevada de 80 euros al año”, explica Asufin.
En el lado opuesto, la asociación señala que la alternativa más barata continúa siendo la Visa Proyecta de Abanca, con una TAE del 11,85% y un coste de 121,38 euros para la misma financiación y plazo. “Esta tarjeta destaca por ofrecer mejores intereses sin comisiones”, agrega.
Además, Asufin llama la atención sobre los seguros de protección de pagos que suelen acompañar a estas tarjetas y que, a su juicio, resultan “muy cargos” por el “alto riesgo de impago vinculado a sus altos intereses”.
“Así, la tarjeta WiZink Now alcanza un 35,76% de tipo de interés efectivo con seguro, seguida muy de cerca por Visa Pass Carrefour (35,43%) y Bankintercard Platinum (31,98%). Es decir, el seguro añade entre 9 y 14 puntos porcentuales sobre las TAE originales, que ya se situaban en el entorno del 22,00-24,00%”, especifica.
Coste frente a otras modalidades de crédito
Asufin compara también estos tipos con los de otros préstamos. Frente al interés medio de las tarjetas de crédito tradicionales, situado en torno al 18,34% en España, la media de la zona euro se queda en el 8,68%.
Con un tipo medio del 23,34%, las revolving presentan una prima superior al 5% respecto al resto de tarjetas en España y del 14,66% frente al promedio europeo, lo que “consolida a las revolving como el producto más caro dentro del segmento de pago con tarjeta”.
La diferencia es “todavía más acusada” si se comparan con los préstamos al consumo. Mientras las tarjetas revolving se sitúan en el 23,34%, los créditos a entre uno y cinco años tienen un tipo medio del 6,63% en España y del 7,33% en la zona euro. De este modo, financiarse con una revolving implica abonar 16,71 puntos más que con un préstamo personal en España y 16,01 puntos adicionales respecto a la media europea de estos créditos.
Por último, la asociación advierte de que en muchos casos estas tarjetas acumulan deudas que superan los 3.000 o 6.000 euros, por lo que su utilización “se asimila más a un préstamo al consumo que a una tarjeta”, lo que incrementa de forma notable el riesgo de dificultades de pago debido a sus elevados intereses.