En octubre, Lidl estrenará dos establecimientos en España, uno en la Comunidad Valenciana y otro en Andalucía, con una inversión aproximada de 3,7 millones de euros. Esta expansión incluye la creación de más de 40 nuevos puestos de trabajo y añade más de 3.100 metros cuadrados a su superficie comercial. Con estas aperturas, Lidl superará los 700 puntos de venta en el territorio nacional.
El 3 de octubre, la cadena alemana inaugurará una tienda en Almassora, situada en la Avenida de Castellón, 184. Este nuevo supermercado ofrecerá a sus clientes más de 1.500 metros cuadrados de sala de ventas y contará con más de un centenar de plazas de aparcamiento.
Posteriormente, el 10 de octubre, Lidl abrirá sus puertas en Morón de la Frontera, en la Avenida del Pilar, número 4. Esta tienda también dispondrá de más de 1.500 metros cuadrados de superficie y ofrecerá más de 230 plazas de aparcamiento a sus visitantes.
Para 2025, Lidl planea una inversión “similar a la del último ejercicio” para inaugurar “unas 50 tiendas”, de las cuales 40 serán nuevas aperturas y el resto modernizaciones y ampliaciones de la red existente. Este plan busca mejorar el servicio ofrecido a sus clientes.
Además, Lidl seguirá expandiendo su red de almacenes en los próximos años, destacando el reciente estreno de un centro logístico en Constantí (Tarragona) y otro en Martorell (Barcelona), representando este último la mayor inversión logística del grupo en España desde su llegada hace más de 30 años.
Esta expansión no solo implicará la creación de aproximadamente 1.000 puestos de trabajo adicionales, elevando la cifra total a más de 20.000 empleados, sino que también supondrá un gasto de más de 8.000 millones de euros anuales en compras a proveedores locales, fortaleciendo así su compromiso con la economía española.