Los puertos españoles se aproximan a 2026 en un escenario marcado por la ralentización de los tráficos, la inestabilidad geopolítica y nuevas obligaciones vinculadas a la transición energética y a la digitalización. Este contexto les obliga a acelerar su proceso de modernización para conservar su competitividad frente a otros enclaves internacionales que están ganando peso.
Así se detalla en el informe “Los puertos españoles aceleran su transición con la vista puesta en 2026”, elaborado por Ocean Capital Partners (OCP), que identifica el próximo ejercicio como un momento clave para asentar las bases del puerto del futuro.
El sistema portuario español, integrado por 46 puertos de interés general y con 558 millones de toneladas manipuladas en 2024, continúa entre los mejor posicionados del Mediterráneo occidental. No obstante, OCP alerta de la creciente presión de otros puertos internacionales que podrían arrebatar cuota de mercado si no se avanza con suficiente rapidez.
Esta transformación se enmarca en el plan de inversiones 2025-2029 del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que contempla más de 7.000 millones de euros en ese periodo, de los que 1.617 millones se ejecutarán ya en 2026. La inversión se orientará principalmente a la modernización de infraestructuras, el refuerzo de la sostenibilidad ambiental, la mejora de los accesos terrestres, el impulso de la integración puerto-ciudad y la aceleración de la digitalización.
Entre las líneas de actuación prioritarias para los próximos años, OCP destaca la conveniencia de diversificar los tráficos y potenciar terminales multipropósito, con el fin de disminuir la dependencia de un único tipo de mercancía o de pasajero. Al mismo tiempo, plantea el puerto del futuro como un ecosistema logístico conectado y digital, integrado en la red global de puertos inteligentes y más permeable a la ciudad.
En este marco, la digitalización se sitúa como una prioridad estratégica, ya que puede generar ahorros superiores a 3.000 millones de euros anuales para las empresas de la comunidad portuaria, siempre que se refuercen los sistemas frente a posibles ciberataques.
Otro pilar es la intermodalidad, con la meta de incrementar la cuota del ferrocarril de mercancías desde el entorno del 4% hasta el 10% en 2030. Para ello se prevé una inversión de 950 millones de euros en accesos ferroviarios a los principales puertos, lo que permitiría un ahorro de costes cercano a 800 millones de euros anuales respecto al transporte por carretera.
En el ámbito medioambiental, el informe señala la descarbonización como una de las grandes prioridades de cara a 2026, mediante la electrificación de muelles, la instalación de energías renovables y la adaptación a nuevos combustibles como el hidrógeno o el metanol.