El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró este jueves que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, le planteó en una conversación telefónica la opción de posponer la firma del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur.
Según relató Lula, Meloni le solicitó algo más de margen para poder convencer a la opinión pública italiana de aceptar el tratado de libre comercio, siempre que el bloque sudamericano Mercosur aceptase demorar la rúbrica más allá de este sábado, día en que está prevista la cumbre y en el que se esperaba la ratificación de un pacto que lleva 26 años de negociaciones.
“Ella me explicó que no está en contra del acuerdo. Simplemente enfrenta cierta incomodidad política por parte de los agricultores italianos”, dijo Lula a periodistas en Brasilia este jueves. “Pero confía en que puede convencerlos de aceptar el acuerdo”.
“Luego me dijo que, si podemos ser pacientes una semana, 10 días o, como máximo, un mes, Italia respaldará el acuerdo”, señaló.
Este tratado ha sido una prioridad a lo largo de la trayectoria política de Lula que, como presidente rotativo de Mercosur, tenía previsto recibir este sábado a los mandatarios sudamericanos y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para proceder a la firma.
El Parlamento Europeo dio luz verde esta semana a un paquete de medidas de salvaguardia destinadas a proteger a las empresas europeas frente a variaciones bruscas en las importaciones o en los precios, lo que permite que el pacto siga su curso.
A pesar de que el texto se ha endurecido, Francia e Italia han tratado de persuadir a otros socios de la UE de aplazar una votación clave de aprobación con el fin de disponer de más tiempo para analizar el impacto potencial del acuerdo sobre el sector agrícola europeo.
En su intervención ante el parlamento italiano el miércoles, en vísperas de la cumbre europea, la jefa del Ejecutivo italiano sostuvo que todavía era prematuro estampar la firma en el acuerdo comercial.
Tras la conversación telefónica del jueves, el Palacio Chigi indicó en un comunicado que el Ejecutivo italiano “está dispuesto a firmar el acuerdo tan pronto como se den las respuestas necesarias a los agricultores”, que dependes de las decisiones de la Comisión Europea y se puedan concretar rápidamente.
La cumbre que tendrá lugar en dos días ha provocado la movilización de unos 8.000 manifestantes y de varios tractores llegados de distintos países europeos, que se han concentrado para mostrar su rechazo al acuerdo comercial y alertar sobre el efecto que podrían suponer los recortes previstos en la Política Agraria Común (PAC).