El presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido este jueves en Bruselas de que, si se fuerza una votación para que los Veintisiete aprueben antes de final de año el acuerdo de libre comercio con Mercosur, Francia se pronunciará en contra. Al mismo tiempo, ha reclamado esperar a enero para comprobar que se aplican las nuevas salvaguardas pactadas en favor de los agricultores y ha remarcado que París no dará “un cheque en blanco”.
“Nos dicen que hay que firmar ahora. No, no hay un cheque en blanco”, ha sentenciado Macron en una comparecencia ante los medios a su llegada a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. El pacto comercial no figura en el orden del día formal, pero condiciona las conversaciones entre los líderes en los márgenes de la reunión.
En los últimos días, París y Roma han reclamado retrasar la firma hasta el próximo año, con el objetivo de reforzar todavía más la protección de los agricultores europeos frente a las importaciones procedentes del Cono Sur mediante salvaguardas adicionales y cláusulas espejo.
Parte de estas disposiciones se cerraron contrarreloj el miércoles, pocas horas antes del Consejo Europeo, en una negociación entre la Eurocámara y el Consejo. Sin embargo, el compromiso político alcanzado aún requerirá varios meses para su adopción formal y para que pueda aplicarse plenamente.
Macron ha señalado que esas salvaguardas van “en la buena dirección”, pero ha recalcado que el proceso legislativo sigue abierto y, por ello, prefiere aguardar hasta “enero” para “ver” cómo progresa el expediente y asegurarse también de que los países de Mercosur “aceptan” estas condiciones.
En este escenario, el mandatario ha puesto en valor los contactos mantenidos en los últimos días con otros socios que, por distintos motivos, mantienen reservas sobre el tratado. Entre ellos ha citado a Polonia, Italia, Bélgica, Austria, Irlanda “y varios otros”.
Francia, Hungría y Polonia, que ya han expresado públicamente su rechazo, no tienen peso suficiente por sí solas para bloquear la firma, pero podrían conformar una minoría de bloqueo si Italia se suma con un voto negativo o con una abstención.
“Hoy estamos por abrir nuestro mercado a gente que no respeta las mismas reglas. Es absurdo, nadie puede entender esto. Por ello, queremos medidas de reciprocidad, medidas 'espejo'”, ha argumentado el presidente francés.
“No podemos aceptar sacrificar la coherencia de nuestra agricultura, nuestra alimentación y la seguridad alimentaria de nuestros compatriotas por unos acuerdos que no están aún finalizados”, ha añadido, defendiendo que el pacto no puede salir adelante sin garantías equivalentes para el campo europeo.
Cuenta atrás hasta el sábado
Aunque el asunto no figura en la agenda oficial de la cumbre porque no corresponde a los líderes tomar la decisión, para que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pueda desplazarse a Brasil y rubricar el sábado el acuerdo de libre comercio necesita previamente un mandato de los Veintisiete, que podría aprobarse por mayoría cualificada.
Tras la petición de Macron y de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de posponer la firma, fuentes comunitarias citadas por Europa Press indican que continúan las consultas entre delegaciones para lograr “más claridad” sobre las posibilidades reales de que ese mandato reciba el respaldo necesario.
Por este motivo, las mismas fuentes dan por hecho que, aunque el pacto con Mercosur no esté incluido en el programa oficial, será inevitable que los jefes de Estado y de Gobierno lo aborden “en los pasillos” durante la cumbre.
La presidencia danesa de turno de la UE tiene la opción de someter la decisión a los Veintisiete el viernes en una reunión a nivel de embajadores, pero las fuentes diplomáticas consideran que ese voto solo se convocará si existe la certeza de que no se formará una minoría de bloqueo capaz de frenar la firma.