Mayoría de extremeños desaprueban el cierre de la Central Nuclear de Almaraz, revela investigación

Archivo - Vista de la central nuclear de Almaraz (Cáceres).CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (CSN) - Archivo

El 80% de los habitantes de Extremadura expresa preocupación y desacuerdo con la decisión de clausurar la Central Nuclear de Almaraz en 2027, mientras que un 86% resalta los beneficios económicos que ha traído desde su inauguración y un 96% subraya su rol en la creación de empleo local.

Según un estudio realizado por Metroscopia, que incluyó 800 entrevistas y dos grupos de discusión en abril de 2025, el análisis fue promovido por el Observatorio de Energía y Sostenibilidad de la Fundación Ortega-Marañón.

Este informe destaca que el 63% de los entrevistados ve la economía extremeña en dificultades, y el 78% piensa que Extremadura no avanza al mismo ritmo que otras regiones.

El temor a una significativa pérdida de empleos post-cierre es notable, con un 67% anticipando esta situación, y un 58% considerando que los futuros trabajos serán de menor calidad y especialización, según datos de la Fundación Ortega-Marañón.

Además, tres cuartos de los extremeños esperan que la migración laboral hacia otras áreas del país aumente, y el 80% opina que falta un plan gubernamental claro para manejar las repercusiones del cierre, con un 76% de percepción similar hacia el gobierno regional.

Un 67% no espera que Almaraz y sus alrededores reciban suficiente apoyo para reinventarse económicamente si la planta cierra.

NO RESPONDE A IDEOLOGÍA

El apoyo a la continuidad de la planta nuclear trasciende ideologías políticas, pues electores tanto del PP, PSOE, VOX como de Unidas por Extremadura concuerdan en que su cierre sería una mala noticia.

Así, 94% de votantes del PP, 66% de los del PSOE, 93% de Vox y 57% de Unidas por Extremadura están en contra del cierre; mientras que el 78% de los ciudadanos considera la planta segura, y solo una minoría apunta a efectos negativos en el medio ambiente (39%) o la salud (29%).

El 66% cree que la comarca de Campo Arañuelo perderá parte de su identidad con el cierre de la planta, y el 56% anticipa un deterioro en la calidad de vida regional.

El estudio subraya la «necesidad urgente de estrategias sólidas y realistas que garanticen la transición energética teniendo en cuenta la singularidad social y económica de cada comunidad», según la fundación. A pesar de esto, la población extremeña no se opone al avance hacia un modelo energético sostenible y valora la contribución de la energía nuclear a dicho objetivo.

Finalmente, cerca del 80% de los extremeños rechaza la idea de un cierre nuclear en España, con el 31% sugiriendo un aplazamiento, el 47% oponiéndose a renunciar a la energía nuclear, y solo el 17% de acuerdo con el cierre de todas las plantas nucleares españolas en el plazo establecido.

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