Miquel y Costas finalizó el primer semestre del año con un beneficio neto consolidado que alcanzó los 24,4 millones de euros, lo que representa un descenso del 9,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según ha comunicado la empresa este lunes.
La firma atribuyó la disminución de sus ganancias al “repunte de las presiones inflacionarias” que afectaron los costos de energía, además de la continuación y exacerbación de conflictos internacionales y el efecto de las medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos.
En cuanto a los ingresos, Miquel y Costas reportó una facturación consolidada de 168,5 millones de euros, un incremento del 2,6%, y las ventas de su empresa matriz se elevaron a 109,5 millones, un aumento del 4,9%, estimulado por el buen desempeño en los segmentos de papel para la industria tabaquera y productos industriales.
El flujo de caja operativo neto se situó en 34,4 millones de euros, reflejando una reducción del 6,5%. La compañía ha indicado que ha “reforzado su estructura financiera con el objetivo de disponer de una mayor flexibilidad y liquidez”.
De cara a la segunda mitad del año, la empresa anticipa que el entorno macroeconómico se mantendrá estable, permitiéndoles proyectar unos resultados anuales que podrían equipararse a los del año pasado.