Las agencias de calificación Moody’s y Fitch han decidido elevar el rating de España, uniéndose así a la reciente actualización realizada por S&P, que hace dos semanas aumentó la calificación a ‘A+’ con una perspectiva estable, marcando el primer cambio en seis años.
Moody’s ha mejorado la calificación de España de ‘Baa1’ a ‘A3’, también con una perspectiva estable. Esta mejora se atribuye a una economía que se está fortaleciendo gracias a un crecimiento más ‘equilibrado’, avances en el mercado laboral y un sector bancario más robusto, «que incrementan la resiliencia de la economía». Por su parte, Fitch ha revisado al alza la nota de España de ‘A-‘ a ‘A’.
Desde el Ministerio de Economía se ha valorado positivamente esta unificación de calificaciones en ‘A’, un estatus que se había perdido durante la crisis financiera y que ahora se recupera. «Esto es una muestra más de la confianza internacional en la economía española», destacaron fuentes ministeriales.
Este incremento en las calificaciones se debe a factores como el sólido crecimiento económico, el efecto de la migración, la actividad inversora y la «protección» frente a las medidas arancelarias de Estados Unidos, llevando a España a lograr un ‘triplete’ histórico en su calificación.
Recientemente, tanto organismos económicos nacionales como internacionales han mejorado sus previsiones de crecimiento para el PIB español, situándolas entre el 2,6% y el 2,7% para este año 2025. Tras esta última mejora de S&P, el Gobierno también ha ajustado al alza su expectativa de crecimiento del PIB al 2,7% para este año, manteniendo una visión optimista a pesar del complicado panorama internacional.
Para los años 2026 a 2028, la previsión de crecimiento se mantiene en el 2,2% y el 2,1% respectivamente, evidenciando expectativas de una economía fuerte a medio y largo plazo.