En 2024, la entidad estatal Navantia, parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), reportó un aumento del 61,7% en sus pérdidas, alcanzando los 197 millones de euros, frente a los 121,85 millones del año anterior. A pesar de esto, la empresa logró incrementar su facturación en un 6,6%, llegando a 1.528 millones de euros.
Según un informe de la empresa, el ascenso en las pérdidas se atribuye en parte al ‘ajuste derivado de la revisión de costes pendientes hasta la finalización del programa S-80’. Sin embargo, Navantia asevera que «este ajuste, de carácter extraordinario, no afecta a la viabilidad del programa ni al desempeño operativo de la compañía».
Al cierre del año, la firma tenía una cartera de pedidos de 8.164 millones de euros, mostrando una ligera reducción del 0,6% respecto al año anterior. La empresa destaca que el crecimiento de los ingresos «consolida la posición de la compañía como referente en el sector naval, tecnológico y de las energías verdes, tanto en el ámbito nacional como internacional».
Este incremento se vio favorecido por la ejecución de programas importantes como el de las fragatas F-110, el submarino S-80, las corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí y los contratos de mantenimiento con la Armada Española y la US Navy, además de la división de Reparaciones y Servicios de buques civiles y militares.
Por segmentos, la construcción naval generó 584 millones de euros y las reparaciones y servicios 553 millones, mientras que la división de energías verdes, Navantia Seanergies, tuvo un notable crecimiento del 70%, alcanzando los 248 millones de euros.
CARTERA DE PEDIDOS
En 2024, la compañía consiguió nuevos contratos valorados en 1.464 millones de euros, con más del 90% de estos provenientes del ámbito de la defensa, tanto nacional como internacional. Casi el 90% del valor de los pedidos nuevos se destinó a la exportación, y los encargos internacionales representaron aproximadamente el 40% de la cartera total del grupo.
Entre los acuerdos más destacados del año se incluyen un segundo grupo de tres corbetas para la Real Marina de Arabia Saudí y un acuerdo marco con el Ministerio de Defensa español para el apoyo al ciclo de vida del S-80.
Las filiales de la compañía también mostraron crecimiento, con Navantia Australia aumentando su negocio en un 14%, alcanzando los 56 millones de euros, mientras que Navantia UK y Navantia Arabia generaron 81 millones y casi 10 millones, respectivamente.
Navantia sigue adelante con su ‘Plan de Transformación Digital’, logrando avances en gemelos digitales, automatización de procesos y sostenibilidad industrial. La estrategia futura de la compañía se centra en consolidarse como una empresa sostenible y mantener su posición como líder reconocido a nivel internacional en sistemas navales militares, así como ser un proveedor de confianza en energías verdes.
IMPACTO ECONÓMICO Y EMPLEO
En términos de empleo, la compañía ha realizado más de 700 nuevas contrataciones, con el 59% de estos empleados menores de 35 años, y el 25% mujeres. La plantilla total asciende a 5.636 profesionales. La actividad de Navantia genera 24.695 empleos directos, indirectos e inducidos, equivalentes al 1,13% del empleo industrial nacional. Además, ha contribuido significativamente al PIB de las provincias donde opera, especialmente en A Coruña, Cádiz y Murcia.
En el plano medioambiental, la empresa ha invertido más de 3,3 millones de euros en mejoras sostenibles y reforzado su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
















