El Cabildo de Tenerife ha anunciado el establecimiento de una ecotasa para acceder a pie al pico del Teide, una medida que forma parte del nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) y que se implementará a partir del 1 de enero de 2026, aunque su aplicación comenzará desde noviembre de este año.
En una conferencia de prensa, la presidenta insular, Rosa Dávila, junto al vicepresidente, Lope Afonso, explicaron que esta tasa, similar a la ya aplicada en Masca, busca ‘ordenar’ las visitas al parque y asegurar su preservación. Los niños menores de 14 años y los ciudadanos de Tenerife estarán exentos de este pago, mientras que los residentes canarios pagarán entre tres y seis euros, y los turistas abonarán entre 10 y 25 euros, dependiendo del día y si son guiados o no.
Se establecerá un límite de 300 personas por día, repartidas en intervalos horarios y por tramos en dos senderos específicos, el número 10 Telesforo Bravo y el número 7 Montaña Blanca-La Rambleta. Las reservas se gestionarán a través de la plataforma ‘Tenerife ON’, y los ingresos, que se estiman en unos 650.000 euros, se destinarán al mantenimiento y conservación del parque nacional.
El acceso al pico estará restringido a aquellos con reserva, y no se permitirá la entrada con animales, excepto perros guía. Infringir estas normas podría resultar en multas de hasta 600 euros. Se requerirá llevar consigo permiso de acceso, ya sea impreso o digital, documento de identidad, ropa y calzado adecuados para montaña, protección solar, alimentos, agua, teléfono móvil con batería, manta térmica, linterna o frontal, guantes y gorro.
Ante la presión insostenible de visitantes, que el año pasado alcanzó más de cinco millones, Dávila también ha indicado que se reforzará el personal del parque con 16 nuevos empleados, incluyendo ocho agentes forestales y ocho técnicos, quienes tendrán autoridad para imponer sanciones y presentar denuncias.