La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha detectado un estancamiento en el dinamismo de las economías que ha llevado a una ralentización del crecimiento de la productividad laboral durante las últimas dos décadas. Ante esta situación, la entidad sugiere la necesidad de realizar “un reseteo regulatorio” que contribuya a eliminar restricciones administrativas superfluas y simplificar las normativas redundantes, asegurando además que las nuevas regulaciones se adapten eficazmente a un ambiente económico que evoluciona constantemente.
“Un creciente entorno regulatorio ha desviado recursos escasos de actividades más productivas y, al aumentar los costes fijos de las operaciones comerciales, ha afectado desproporcionadamente las perspectivas de las empresas jóvenes y los posibles nuevos participantes”, destaca el informe ‘Perspectivas Económicas’ del ‘think tank’. A pesar de que las regulaciones son cruciales para alcanzar metas sociales y respaldar la actividad económica corrigiendo fallos del mercado, la evidencia muestra que un incremento en las regulaciones está vinculado con un crecimiento más lento de la productividad y un menor dinamismo económico, lo que justifica “existen sólidas razones para un reseteo regulatorio” en los países miembros de la OCDE.
Además de las medidas mencionadas, la organización plantea la implementación de nuevas normativas para fomentar el dinamismo económico. Propone una receta con cinco ingredientes principales, comenzando por una mejora en la gobernanza regulatoria y los marcos institucionales para asegurar que las regulaciones continúen siendo pertinentes y promuevan un campo de juego equitativo.
La OCDE también ve potencial en las regulaciones de productos y del mercado laboral para impulsar el dinamismo. Además, sugiere reducir las barreras a la construcción y la densificación, lo que mejoraría la asequibilidad de la vivienda y la movilidad laboral. También es esencial adaptar los marcos regulatorios para maximizar las ganancias de productividad que ofrecen la digitalización y la inteligencia artificial. Finalmente, recomienda asegurar que los marcos regulatorios sean capaces de cumplir con la promesa de la abundancia energética.
En relación con la vivienda, la OCDE argumenta que las regulaciones estrictas limitan la oferta de vivienda, generando costes económicos significativos y exacerbando los problemas de asequibilidad en sus países miembros. Propone optimizar las políticas de planificación territorial para aumentar la oferta de vivienda, promoviendo la eliminación de barreras a la densificación y la reutilización de zonas no residenciales, entre otras medidas.