La edición actual del Oktoberfest de Múnich, que dio inicio el 20 de septiembre en el Theresienwiese y finaliza este domingo, ha establecido un nuevo récord en los precios de la cerveza, alcanzando cifras nunca vistas en la historia del evento.
Este año, el coste del litro de cerveza, determinado por los hosteleros locales, oscila entre 14,5 euros y 15,8 euros, lo que representa un aumento del 3,52% respecto al año anterior.
A pesar del incremento en los precios, se espera que el consumo de cerveza supere los siete millones de litros, con un impacto económico estimado en más de 1.200 millones de euros para la capital de Baviera.
La gastronomía tradicional bávara acompaña la bebida, destacándose el pollo asado y ofreciendo una variedad que incluye codillos, salchichas y opciones vegetarianas y veganas, con un promedio de 15.000 platos consumidos diariamente en las carpas.
El festival, que se celebra en 14 grandes carpas con capacidad para 6.000 personas cada una, y 21 más pequeñas pertenecientes a las marcas cerveceras oficiales, podría recibir cerca de siete millones de visitantes, aproximándose al récord de 7,2 millones de 2023.
Las seis marcas oficiales del evento son Paulaner, Augustiner-Bräu, Hacker-Pschorr, Hofbräu, Löwenbräu y Spaten, que se rigen por la Reinheitsgebot, la ley de pureza alemana que asegura la calidad en la elaboración de las cervezas.
La seguridad es una prioridad en el festival y este año, tras una alerta terrorista, el lugar contó con el cuartel de policía más grande de la ciudad durante los 16 días del evento, incluyendo 600 policías voluntarios y apoyo internacional en la detención de carteristas.
Desde su origen en 1810 para celebrar el matrimonio del Príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen, el Oktoberfest ha evolucionado, añadiendo tradiciones como el desfile de hospederos y cerveceras desde 1835, que es ahora uno de los principales atractivos del festival.