La ONG ambiental británica Opportunity Green ha registrado ante el Punto Nacional de Contacto de Luxemburgo la que considera la primera denuncia climática en Europa dirigida específicamente al sector siderúrgico, en el marco de las directrices de la OCDE para empresas multinacionales.
La iniciativa, respaldada por Ecologistas en Acción, SteelWatch y BankTrack, exige a la multinacional ArcelorMittal que haga pública una estrategia climática actualizada y coherente con la magnitud de su huella ambiental y con los compromisos internacionales de descarbonización asumidos por la industria.
En el escrito, Opportunity Green argumenta que ArcelorMittal no dispone de un plan climático robusto y que las actuaciones puestas en marcha hasta la fecha son insuficientes para recortar sus emisiones al ritmo y escala necesarios para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 ºC.
De acuerdo con la organización, esta falta de ambición vulnera las Directrices de la OCDE para empresas multinacionales, que obligan a fijar e implementar objetivos alineados con los acuerdos climáticos globales y a respetar los derechos humanos vinculados a los impactos ambientales de la actividad empresarial.
ArcelorMittal, principal productor de acero del continente europeo, sigue fabricando en torno al 75% de su acero utilizando carbón, una tecnología altamente emisora. La compañía genera más de 100 millones de toneladas de CO2 equivalente al año, un volumen similar al total de emisiones de un país como Bélgica. Aunque la empresa había anunciado que revisaría su estrategia climática en 2024, no ha presentado ningún plan nuevo desde julio de 2021 y ha achacado el retraso a la “incertidumbre regulatoria”. Para Opportunity Green, esa explicación “no justifica” el incumplimiento de las obligaciones climáticas recogidas en las directrices de la OCDE.
La denuncia también pone el foco en que, pese a haber recibido cerca de 3.000 millones de euros de fondos públicos destinados a impulsar su transición verde, ArcelorMittal ha cancelado o dejado en suspenso la mayor parte de sus proyectos de acero descarbonizado. Entre ellos sobresale el de Gijón, donde la empresa tenía previsto levantar una planta DRI (reducción directa de hierro) para reemplazar uno de sus altos hornos. El plan permanece detenido, lo que incrementa la incertidumbre sobre el futuro industrial y ambiental del entorno.
“Desde hace años reclamamos a ArcelorMittal que cumpla los objetivos climáticos y ambientales. Reducir la contaminación es posible y la industria en Asturias solo tendrá futuro si cambia de modelo”, señala Paco Ramos, representante de Ecologistas en Acción, que denuncia los graves efectos de la contaminación en la salud de la población local.
La documentación aportada en el procedimiento recoge que la propia ArcelorMittal ha admitido que tendrá difícil alcanzar sus metas climáticas para 2030. Desde 2018, la intensidad de carbono de su producción en Europa apenas se ha reducido un 5%, muy lejos del objetivo interno del 35% marcado por la compañía. Paralelamente, continúa impulsando nuevas instalaciones siderúrgicas basadas en carbón fuera de Europa, como en India, donde mantiene una participación mayoritaria del 60% en una empresa conjunta que levantará nuevos altos hornos. Las emisiones asociadas a estos desarrollos, incluido el metano derivado de la extracción de carbón, quedan fuera de sus actuales objetivos climáticos.
“Si ArcelorMittal quiere cumplir su compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050, debe actuar de forma decidida y transformadora ahora”, afirma Kirsty Mitchell, responsable jurídica de Opportunity Green . “Con esta denuncia buscamos abrir un diálogo con la empresa para que adopte concretas de acuerdo con las Directrices de la OCDE y demostrar que tanto medidas ArcelorMittal como el sector del acero deben rendir cuentas en materia de acción climática”, añade.











