La cotización del oro y la plata registra este lunes ligeros descensos coincidiendo con la apertura de los mercados europeos, después de haber prolongado durante la madrugada su escalada y de marcar nuevos máximos históricos. Este movimiento se produce en la recta final del mejor año para el oro desde 1979, impulsado por las compras de bancos centrales, el aumento de las tensiones geopolíticas y la expectativa de nuevas bajadas de tipos en Estados Unidos, factores que presionan a la baja al dólar y favorecen la demanda de metales preciosos y materias primas.
En el mercado de contado, el oro llegó a aproximarse a los 4.550 dólares por onza en las últimas horas, aunque a la apertura en Europa cedía casi un 2% hasta los 4.476,93 dólares. Pese a este ajuste, el metal acumula todavía una subida cercana al 72% en lo que va de ejercicio.
La plata, por su parte, intensificó su propio 'rally' nocturno con un avance de casi el 7%, que la llevó a fijar un nuevo récord por encima de los 82 dólares por onza. No obstante, con el inicio de la sesión europea moderaba el impulso y pasaba a negociarse ligeramente por encima de los 76 dólares, manteniendo aun así una revalorización próxima al 180% en 2025.
En este contexto, Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad, prevé para 2026 que el precio “probablemente siga creciendo al alza” puesto que “nos encontramos ante un contexto geopolítico muy, muy incierto, en el que los bancos centrales siguen haciendo acopio de metales preciosos y en el que muchas economías, sobre todo emergentes, están acudiendo a los metales preciosos como alternativa para el dólar”.
“Es bastante curioso que en un mundo tan digital como nos toca vivir, en lugar de volver al patrón oro, prácticamente estamos volviendo al oro directamente como patrón. En todo caso, pues mucha atención porque también significa un punto de incertidumbre geopolítica desde el punto de vista de cotización”, añade Del Pozo.