Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), ha señalado recientemente que la incertidumbre que domina el escenario internacional supera las tensiones generadas por la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Según Lane, ahora las barreras no arancelarias y el aumento en el gasto militar están tomando un papel más destacado.
Durante una alocución en Bruselas, Lane explicó: ‘Esta incertidumbre va más allá del surgimiento de nuevos regímenes arancelarios e incluye […] barreras no arancelarias, una mayor vinculación de las políticas económicas y de defensa, así como posibles cambios en el tratamiento de las carteras de inversores extranjeros y de la inversión extranjera directa’.
Lane argumentó que este cambio de paradigma subraya la importancia de que el BCE adopte una estrategia ‘dependiente de los datos’ y ‘reunión a reunión’ en la determinación de las tasas de interés, y enfatizó que el banco debe evitar ‘comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos’.
Además, el principal economista del BCE detalló: ‘Además de observar cómo se comportan realmente la actividad y la inflación, la dependencia de los datos se extiende también a los datos entrantes sobre la configuración de políticas ajenas al ámbito monetario, ya que las variaciones en política nacional e internacional son muy relevantes para la futura dinámica de la inflación’.
El responsable de la política monetaria europea recordó que el BCE dispone de ‘instrumentos no convencionales’ como las operaciones de refinanciación a largo plazo o la adquisición de activos, para responder si los tipos efectivos disminuyen demasiado o si se compromete la efectividad de la política monetaria.
















