Philips, conocido fabricante holandés de dispositivos médicos, ha revertido sus números rojos, alcanzando un beneficio neto atribuido de 500 millones de euros hasta septiembre, frente a las pérdidas de 365 millones de euros durante el mismo lapso del año pasado.
Las ventas totales de la empresa se situaron en 12.736 millones de euros, mostrando un ligero descenso del 1,9%, mientras que el total de costes experimentó una reducción del 6,3%, ubicándose en 11.852 millones de euros. El beneficio ajustado antes de intereses, impuestos y amortización (Ebita) experimentó un significativo aumento, duplicándose hasta alcanzar los 1.074 millones de euros, lo que representa un incremento del 103,4%.
Durante el tercer trimestre en solitario, Philips logró beneficios de 184 millones de euros y registró ingresos por 4.302 millones de euros, con variaciones marginales en ambos parámetros respecto al año anterior.
“En este trimestre mantuvimos nuestra trayectoria, con innovaciones impulsadas por la IA y asociaciones a largo plazo que marcaron una diferencia real para los pacientes y los consumidores. Impulsamos una fuerte entrada de pedidos y aceleramos el crecimiento de las ventas, con una fortaleza sostenida en América del Norte”, ha afirmado el consejero delegado de Philips, Roy Jakobs.
Para el cierre del año, Philips mantiene sus expectativas positivas, anticipando un aumento en las ventas comparables de entre el 1% y el 3%, y proyectando un margen de Ebita ajustado que oscilará entre el 11,3% y el 11,8%.