El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) junto con el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), han instado al gobierno a promover la igualdad en el acceso a la formación de pilotos mediante subvenciones o financiación estatal, dado que actualmente no hay programas de formación pública para entrar en esta carrera.
Desde 2010, es posible estudiar el grado oficial de Piloto en tres universidades públicas: la Universidad de Salamanca, la Rovira y Virgili en Tarragona y la Universidad Politécnica de Madrid. No obstante, la obtención de este título requiere una formación práctica que incluye horas de vuelo y “tiene un elevado coste” que los estudiantes deben cubrir “íntegramente sin ningún tipo de ayuda pública”, lo cual “impide que muchos jóvenes con vocación y cualidades puedan acceder a estos estudios”.
Para Sepla y Copac, esta barrera es “discriminatoria” y debe eliminarse mediante la intervención política y la creación de becas que financien total o parcialmente los estudios, permitiendo el acceso a personas con menos recursos y reduciendo el factor económico como barrera de entrada, en favor del mérito y habilidades.
“Las perspectivas a medio y largo plazo apuntan a una alta demanda de pilotos. Es importante que los jóvenes que quieran acceder a esta profesión puedan hacerlo independientemente de los recursos económicos de sus familias”, ha comentado Jorge Martínez Gray, secretario de Sepla. Por su parte, Carlos San José, decano del Copac, ha añadido: “El transporte aéreo de pasajeros se ha democratizado y está al alcance todos los ciudadanos. Ahora, se debe democratizar también el acceso a la profesión de piloto”.
El Copac, como impulsor del grado universitario oficial, ha presentado esta preocupación a diversas autoridades y espera avanzar en soluciones que eliminen esta desigualdad “que distorsiona el acceso a la formación y, por tanto, a la profesión”.
En este contexto, ambas entidades abogan por un modelo de formación que combine financiación pública y privada, incluyendo ayudas del gobierno y opciones de financiación industrial, para que el acceso a la carrera de piloto sea viable sin importar la situación económica del aspirante.