El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha instado a Aena y a Ryanair a reanudar las conversaciones con el fin de solucionar el conflicto relacionado con las tasas aeroportuarias, señalando las serias repercusiones laborales que la batalla de egos entre estas organizaciones está ocasionando.
En una declaración oficial, Sepla, que representa a los pilotos de Ryanair con base en España, ha expresado su desacuerdo con la situación actual, que ha resultado en la reducción de vuelos y el cierre de bases.
El sindicato ha alertado que las consecuencias personales y laborales para los empleados, incluyendo a las tripulaciones y al personal de tierra, están siendo ignoradas en este choque.
Estamos asistiendo a lo que interpretamos como una batalla de egos entre Aena y Ryanair. El cruce de acusaciones que mantienen desde hace meses ha llegado al extremo de lo que puede considerarse razonable. Y no se trata de ver quién de los dos es más fuerte en este enfrentamiento: se trata de que sus decisiones afectan a la vida de muchos trabajadores, y también a muchos usuarios, sostiene Francisco Gómez, delegado jefe de la sección sindical de Sepla en Ryanair.
Por ello, Sepla reclama a ambas partes un esfuerzo para llegar a un acuerdo, desde la cordura y la negociación, que no perjudique ni al personal de Ryanair ni a los pasajeros afectados por los recortes anunciados.
Ryanair argumenta que los costos de operar en aeropuertos regionales menos turísticos y con menos tráfico no son equivalentes a los de los aeropuertos principales o de las áreas más turísticas del país.
En Santiago de Compostela, la empresa indica que el coste de operar en su aeropuerto es de 11,38 euros por pasajero, mientras que el coste promedio por pasajero de todo el Grupo Ryanair se sitúa en 8,36 euros, es decir, un 36,12% más. Además, la demanda de los pasajeros hacia ese destino no está alineada con ese sobrecoste.
La empresa sostiene que los precios de sus billetes deberían ser más altos para compensar, pero ha mantenido precios bajos como política para incentivar la compra de billetes y tratar de llenar sus aviones.
Sepla afirma que en este contexto de falta de competitividad, aceptar la nueva tasa que Aena desea implementar agrava aún más los resultados de operar en un aeropuerto como el de Santiago.
Una posible solución, según Sepla, sería la implementación de un modelo de tasas adaptable a las diferentes realidades de los aeropuertos españoles.
El cierre de la base de Santiago, ha recordado Gómez, provocará que una treintena de pilotos sean reubicados, lo que implica una ruptura con su vida establecida y un impacto significativo en su calidad de vida y conciliación familiar.
De esto no se está hablando estos días, en las muchas noticias que se están publicando y que están llevando a la polarización del conflicto, ha lamentado el delegado sindical.