En junio, la actividad económica del sector privado español registró una mejora, con el índice PMI compuesto escalando hasta los 52,1 puntos, comparado con los 51,4 del mes anterior. Este incremento se debe a las alzas observadas tanto en los servicios como en el sector manufacturero, aunque surge la incertidumbre política «como un posible factor adverso».
El índice PMI para servicios se elevó a 51,9 puntos desde los 51,3 de mayo, marcando 22 meses continuos de expansión. Por su parte, el PMI manufacturero ascendió a 51,4 puntos desde los 50,5 del mes anterior, representando esto la cifra más alta del año hasta la fecha.
«La economía del sector privado de España se expandió a un ritmo ligeramente más rápido en junio, respaldada por aumentos marginales tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios», indicó Jonas Feldhusen, economista de Hamburg Commercial Bank.
Sin embargo, Feldhusen también advirtió que la incertidumbre política ha emergido «como un posible factor adverso», lo que podría exacerbar la incertidumbre en los próximos meses, especialmente si ocurre una crisis gubernamental significativa.
«Esta probabilidad introduce riesgos a la baja en las perspectivas económicas», agregó Feldhusen. A pesar de esto, destacó que las empresas de servicios experimentaron una pequeña mejora en sus expectativas respecto a la actividad futura, lo que sugiere que los eventos políticos actuales no alterarán significativamente los fundamentos económicos ni la demanda de los consumidores.
Además, señaló que las condiciones de la demanda en el sector servicios parecen estar debilitándose y, por primera vez en año y medio, se observó una reducción en las carteras de nuevos pedidos. Aunque las empresas continuaron incrementando sus plantillas, el ritmo ha disminuido y el descenso en los pedidos pendientes podría indicar una futura debilidad en el mercado laboral del sector servicios.















