Puma, la conocida marca alemana de indumentaria deportiva, ha modificado sus proyecciones económicas para el año 2025, tras enfrentarse a los aranceles impuestos por Estados Unidos y un descenso en sus ingresos.
Según los datos preliminares revelados por la empresa, registraron un déficit de 246,6 millones de euros durante el primer semestre del año.
La recaudación de la empresa disminuyó un 4,8%, alcanzando los 4.018 millones de euros, mientras que su margen bruto se redujo en 60 puntos básicos, situándose en el 46,5%.
El beneficio operativo ajustado (Ebit), sin contar elementos extraordinarios, descendió a 62,5 millones de euros. Durante este periodo, la compañía enfrentó costes extraordinarios que ascendieron a 102,6 millones de euros.
Puma ha recalculado sus expectativas para 2025, estimando que los aranceles estadounidenses podrían mermar su beneficio bruto en aproximadamente 80 millones de euros. Además, anticipa una posible caída de las ventas en dos cifras y proyecta pérdidas operativas en contraste con una previsión anterior de un Ebit de entre 445 y 525 millones de euros.
La empresa también ha mencionado que la «volatilidad geopolítica y macroeconómica» actual continuará impactando de manera «significativa» su rendimiento este año.
