La instalación de Ence en Pontevedra ha vuelto a su ritmo de producción regular después de haber finalizado con éxito su parada técnica anual. Esta pausa es esencial para llevar a cabo tareas de conservación y para poner en marcha iniciativas estratégicas.
Durante este intervalo, la plantilla habitual de Ence se vio incrementada con la incorporación de 1.500 trabajadores procedentes de aproximadamente un centenar de empresas colaboradoras. Esta circunstancia ha sido resaltada por la empresa, que afirma que “ha supuesto un fuerte impulso para la economía local, con un notable impacto positivo en sectores como la hostelería y el comercio”.
En este periodo de inactividad, donde se invirtieron 11 millones de euros, se estableció un programa de trabajo enfocado en realizar mantenimiento preventivo y correctivo, así como en la implementación de mejoras que buscan incrementar la seguridad, optimizar el uso energético y progresar en lo que la firma llama “excelencia ambiental”.