El Reino Unido, en coordinación con la Unión Europea, ha implementado nuevas acciones para debilitar la economía rusa, particularmente en el sector energético. Este esfuerzo conjunto ha llevado a la disminución del precio tope del petróleo crudo ruso a 47,60 dólares por barril, lo que representa una caída del 20,6% respecto al precio anterior de 60 dólares.
Desde Londres se ha resaltado el impacto significativo que esto tendrá en los ingresos del petróleo ruso, los cuales ya han disminuido un 35% en comparación anual hasta mayo. Esta medida busca limitar las capacidades de la industria petrolera rusa, disminuyendo el valor de su petróleo en el mercado y debilitando una fuente esencial de financiamiento para el conflicto en Ucrania.
<"Cada golpe financiero a los ingresos petroleros de Rusia es un paso más hacia una paz justa y sostenible en Ucrania, y un paso hacia la seguridad y la prosperidad en el Reino Unido y en el resto del mundo", ha declarado el Gobierno británico.
<"Esta medida decisiva para reducir el límite del precio del petróleo crudo afectará los ingresos petroleros de Rusia y aumentará la presión sobre Putin, explotando su mayor vulnerabilidad, a la vez que mantiene la estabilidad de los mercados energéticos", ha defendido Rachel Reeves, ministra de Hacienda del Reino Unido.
<"Junto con la UE, estamos atacando el corazón del sector energético ruso. Juntos, seguiremos ejerciendo una presión implacable sobre Putin, socavando su crucial industria petrolera y cortando la financiación de su guerra ilegal en Ucrania", ha añadido el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy.
SANCIONES DE LA UE
Los miembros de la Unión Europea han ratificado un nuevo conjunto de sanciones contra Rusia, que se traduce en la 18ª ronda desde el inicio de la invasión a Ucrania. Este paquete incluye el nuevo límite de precio al petróleo ruso establecido en 47,60 dólares.
El impulso para la adopción de estas sanciones se ha visto retrasado por la oposición de Eslovaquia, que solicitaba garantías de suministro de gas ante el corte de importaciones rusas previsto para 2028. Sin embargo, la presión de otros Estados miembros y el cambio de postura en la Casa Blanca hacia Rusia han facilitado su aprobación. Este lunes, el presidente Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles secundarios a Moscú si no se llega a un acuerdo de cese al fuego en Ucrania en 50 días.
Las principales sanciones de esta nueva ronda se centran en el sector energético y bancario, incluyendo restricciones a las transacciones con las infraestructuras Nord Stream 1 y Nord Stream 2, y sanciones adicionales a 22 bancos rusos, a los cuales se les desconectará del sistema SWIFT y se les aplicará un veto total a las transacciones.
Además, la UE ha ampliado su ‘lista negra’ de buques que ayudan a Rusia a evadir sanciones, incorporando 105 embarcaciones nuevas, elevando el total a más de 400. También se han sancionado a más de veinte compañías, 26 exactamente, que facilitan a Rusia material de uso dual. Entre estas, siete son entidades de China, tres de Hong Kong y cuatro de Turquía.
Finalmente, se ha implementado una prohibición de importar productos petrolíferos refinados que se elaboren a partir de petróleo crudo ruso en terceros países, exceptuando a Noruega, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Suiza. Esta medida busca cerrar una brecha que permitía a Rusia exportar indirectamente su petróleo crudo para su refinación.
<"Estamos atacando el corazón de la maquinaria bélica rusa. Atacamos a sus sectores bancario, energético y militar-industrial e incluyendo un nuevo y dinámico límite al precio del petróleo", ha valorado la presidenta comunitaria, Ursula von der Leyen, en un mensaje en redes sociales.