Para alcanzar una transición hacia un sistema energético libre de carbono en la región mediterránea, será necesaria una inversión de hasta 6,8 billones de euros hasta el año 2050. Así lo indica el informe ‘Mediterranean Energy Perspectives 2025’, realizado por la Organisation Méditerranéenne de l’Energie et du Climat (OMEC) y presentado recientemente en un evento de la Fundación Naturgy.
En el marco del escenario más optimista, denominado ProMED, esta inversión supondría casi el doble de los 3,7 billones de euros estimados para el escenario más conservador. A pesar de que este esfuerzo supone un aumento del 87%, representa tan solo el 1,1% del PIB regional anual, lo cual es visto como un objetivo viable ante el aumento de los riesgos por inestabilidad climática y problemas de seguridad energética, según detalla la fundación.
Según el Escenario ProMED, la electricidad representaría el 59% del consumo total de energía, en comparación con el 22% actual, y las fuentes renovables constituirían el 79% de la producción eléctrica, reduciendo las emisiones en un 90% respecto a las cifras de 1990.
GASES RENOVABLES E HIDRÓGENO
El estudio también destaca el importante papel que jugarían los gases renovables y el hidrógeno en la reducción de las importaciones netas de combustibles fósiles en un 40% para 2030, y cómo estos podrían convertir a la región en un exportador neto de energía en la década de 2040.
En la presentación del informe, Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, enfatizó la creciente relevancia de la energía tanto para la sociedad como para la economía. Subrayó la necesidad de cooperación para evitar que la energía se convierta en un obstáculo y permita el acceso a recursos necesarios a diversas industrias.
Reynés hizo hincapié en la importancia de contar con un marco regulatorio adecuado por parte de la Unión Europea para facilitar el avance de las empresas energéticas. «Debemos tener esperanza, pero, sobre todo, determinación para hacer realidad la descarbonización con precios asequibles», concluyó, destacando la urgencia de invertir en transporte, transmisión, distribución y materias primas para lograr un mix energético diversificado y alcanzar los objetivos propuestos.