Varias comunidades autónomas en España establecen requisitos de ingresos que pueden superar los 2.000 euros mensuales para poder acceder a una vivienda protegida, además de equiparar los alquileres a los del mercado libre, siendo Madrid la comunidad más destacada en estas prácticas, de acuerdo con un estudio realizado por Civio.
Desde la entidad sin fines de lucro Civio en su informe ‘Alquiler de vivienda protegida: para rentas superiores a la media y a precio de mercado’, se destaca que en Madrid, para entrar en el Plan Vive, es necesario ganar al menos una vez y media el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que actualmente asciende a 8.400 euros anuales en catorce pagas. Esto se traduce en un ingreso mensual de entre 1.312,5 euros y 1.500 euros brutos, dependiendo del número de miembros del hogar.
Además, para poder acceder a este tipo de vivienda, el alquiler, incluyendo gastos comunes e IBI, no debe exceder el 35% de los ingresos familiares. En 2024, la Comunidad de Madrid aumentó los precios máximos permitidos para la vivienda protegida entre un 26% y un 56%, y actualmente, los alquileres oscilan entre 9 y 13,2 euros por metro cuadrado.
En este contexto, para un apartamento básico de 70 metros cuadrados en Madrid, con un alquiler aproximado de 1.000 euros incluyendo plaza de garaje y trastero, los ingresos mínimos necesarios excederían los 2.700 euros mensuales, y ascenderían a más de 3.000 euros para pisos de precio limitado.
«Los ingresos máximos que marcan las comunidades autónomas para acceder a una vivienda protegida son, en general, bastante altos. Al menos en comparación con los límites marcados en otros países europeos», señala el informe de Civio, poniendo como ejemplo a Berlín, donde el límite es de 1.400 euros para una persona.