Los retrasos vinculados al control del tráfico aéreo (ATC) en Europa se han más que duplicado (+114%) en los últimos diez años, en el periodo comprendido entre 2015 y 2024, de acuerdo con un nuevo estudio de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). El informe deja fuera de este cálculo las demoras derivadas de episodios de mal tiempo o de paros laborales.
Según la patronal aérea, la mayor parte de estas incidencias se explican por las restricciones de capacidad y la falta de personal en los servicios de control, dos debilidades estructurales que el sector arrastra desde hace años y que, a juicio de la organización, «no se han mitigado adecuadamente», con especial incidencia en Francia y Alemania.
«Se prometió a las aerolíneas y a los viajeros un Cielo Único Europeo que reduciría los retrasos y el consumo de combustible mediante una navegación y rutas más eficientes. En cambio, los pasajeros han visto los retrasos más del doble», ha señalado el director general de IATA, Willie Walsh, al valorar las conclusiones del análisis.
El responsable de la asociación ha añadido que, aunque se espera una «pequeña mejora» de cara a 2025 tras un «pésimo» 2024, este ligero avance no compensa el deterioro acumulado durante la última década: «Ahora estamos viendo las consecuencias de la incapacidad de Europa para controlar el tráfico aéreo».
Durante 2024, el total de minutos de demora se elevó hasta 30,4 millones, con un 38% de las incidencias concentradas en los meses de julio y agosto, coincidiendo con el pico de la temporada alta de verano.
En el conjunto del periodo analizado, entre 2015 y octubre de 2025, se registraron 7,2 millones de vuelos con retraso. De ellos, 6,4 millones sufrieron demoras de hasta 30 minutos, mientras que en 700.000 casos el retraso fue de al menos 30 minutos.











