La firma minera anglo-australiana Rio Tinto ha revelado su plan estratégico este jueves, que incluye una serie de mejoras en la gestión y eficiencia, reducciones de costos y desinversiones estratégicas, además de un incremento en la producción de cobre. Estas acciones están diseñadas para elevar el Ebitda de la empresa “hasta un 40-50% para 2030”.
“Impulsaremos el rendimiento mediante la disciplina, la productividad y un crecimiento inigualable para liberar todo el potencial de nuestra cartera diversificada de activos de clase mundial”, aseguró el consejero delegado de Rio Tinto, Simon Trott, destacando los logros en productividad y reducción de costes y los beneficios futuros que esperan conseguir.
Rio Tinto proyecta obtener 650 millones de dólares (558 millones de euros) en ahorros de productividad anuales en los primeros tres meses, además de planear la liberación de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares (4.290 y 8.580 millones de euros) de su cartera actual de activos, explorando diversas opciones comerciales y de asociaciones sobre propiedades en sectores como los terrenos, infraestructuras, minería y procesamiento.
Además, la compañía ha planteado una reducción del 4% en los costes unitarios de aquí a 2030, y ha revisado a la baja sus previsiones de inversión de capital a medio plazo a menos de 10.000 millones de dólares (8.580 millones de euros).
Asimismo, la empresa calcula que su Ebitda podría incrementarse hasta un 40-50% para 2030, basándose en los precios de consenso a largo plazo, fomentado por un aumento del 20% en la producción de cobre equivalente, la excelencia operativa y la disciplina de capital.
Este verano, Rio Tinto introdujo un nuevo modelo operativo dividido en tres líneas de negocio (mineral de hierro; aluminio y litio; y cobre) con el objetivo de simplificar y optimizar la estructura de la empresa y promover un crecimiento sostenible y rentable, enfocándose en las oportunidades más prometedoras para crear valor a largo plazo para sus accionistas.











