Rio Tinto registró un beneficio de 4.536 millones de dólares (3.950 millones de euros) hasta junio, lo que representa un descenso del 22% en comparación con el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con los resultados financieros revelados este miércoles por la empresa australiano-británica.
La empresa, especializada en la minería y metales, ingresó 26.873 millones de dólares (23.404 millones de euros), un leve incremento del 0,3%. El Ebitda subyacente alcanzó los 11.547 millones de dólares (10.056 millones de euros), cayendo un 4,5% respecto al año anterior.
Los costes operativos se elevaron a 19.450 millones de dólares (16.939 millones de euros), aumentando un 7,5%, y los gastos en evaluación y exploración se redujeron a 330 millones de dólares (287,4 millones de euros), un 32,4% menos. Además, se registraron depreciaciones de activos por un total de 122 millones de euros (106,3 millones de euros).
«Estamos obteniendo resultados financieros muy sólidos, con una mejora en el rendimiento operativo gracias a una cartera cada vez más diversificada», señaló el consejero delegado de Rio Tinto, Jakob Stausholm.
«El Ebitda subyacente fue de unos 11.500 millones de dólares y el flujo de caja operativo de 6.900 millones de dólares [6.009 millones de euros] pese a la caída del 13% en el precio del hierro. Esto demuestra la creciente contribución de nuestros negocios de aluminio y cobre, así como la fuerte recuperación de nuestras operaciones en Pilbara tras los cuatro ciclones del primer trimestre», añadió.
Rio Tinto distribuirá un dividendo de 1,48 dólares (1,29 euros) por acción, un 16,4% menos comparado con el año anterior, a los accionistas registrados al cierre del mercado el 14 de agosto. El desembolso se realizará el 25 de septiembre. Además, se anticipa que el gasto de capital para el año 2025 alcance los 11.000 millones de dólares (9.580 millones de euros).