Rodrigo Buenaventura, secretario general de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco), ha expresado su preocupación por la manera en que se debe abordar la desregulación financiera, insistiendo en que se realice con «mucho tiento y mucha prudencia» para esquivar riesgos que podrían afectar la estabilidad de los mercados financieros.
Durante su intervención en un evento de la Federación Iberoamericana de Bolsas, el ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) contextualizó sus declaraciones en un debate actual entre el crecimiento del mercado y la seguridad de la inversión.
Buenaventura utilizó una analogía para subrayar su mensaje: «Hay que aplicar cierto arrojo a la hora de hacer reformas, pero también hacer caso a ese viejo ‘adagio’ de Chesterton por el que no se debe tirar nunca una valla sin saber muy bien por qué se construyó en primer lugar, ya que luego puede haber un tigre dentro de la valla». Añadió que la regulación excesiva tiene sus raíces en la crisis financiera de 2008, que casi devastó economías a nivel global.
El dirigente anticipó que el ciclo actual de desregulación podría cambiar en caso de una nueva crisis, lo que desataría otro debate sobre la regulación financiera. Además, diferenció los procesos legislativos entre países que siguen el modelo anglosajón y aquellos bajo el modelo napoleónico, como España, donde los cambios requieren más tiempo y la participación de entidades legislativas.
Finalmente, Buenaventura argumentó que los reguladores necesitan más autoridad para adaptarse a la velocidad de los mercados modernos y considerar factores como la geografía y las nuevas tecnologías en las finanzas, especialmente en mercados emergentes y en áreas como la tokenización y la inteligencia artificial, donde el equilibrio regulatorio es particularmente delicado.