Economía

Rusia abre la puerta a la compra de criptomonedas por parte de pequeños inversores

Rusia diseña un marco legal para regular las criptomonedas y permitir que inversores minoristas y cualificados operen bajo límites y pruebas de conocimiento.

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Fotos de stock gratuitas de activo criptográfico, activo financiero. KAROLA G.

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El Banco de Rusia ha dado a conocer este martes su propuesta de concepto para diseñar, de aquí al 1 de julio de 2026, un marco legal que regule el uso de las criptomonedas en el país. El objetivo es ordenar su presencia en el mercado ruso y hacer posible que los inversores minoristas puedan operar con estos activos, además de los inversores cualificados, aunque cada grupo estará sometido a reglas diferenciadas.

De acuerdo con el documento elaborado por la institución que encabeza Elvira Niabullina, y que ya ha sido remitido al Gobierno ruso para su análisis, las monedas digitales y las monedas estables pasan a considerarse activos monetarios. Podrán comprarse y venderse, pero seguirá prohibido emplearlas como medio de pago dentro del territorio nacional.

Los inversores no cualificados tendrán acceso únicamente a las criptomonedas con mayor liquidez, según los parámetros que se definan en la futura normativa. Además, deberán superar previamente una prueba y se les impondrá un tope anual de hasta 300.000 rublos (3.210 euros) por persona, canalizados a través de un único intermediario financiero.

En cambio, los inversores cualificados dispondrán de la posibilidad de adquirir cualquier tipo de criptomoneda, con la única excepción de las anónimas, es decir, aquellas cuyos contratos inteligentes impiden conocer la información sobre las transferencias de tokens a los destinatarios. En su caso, no habrá límites en el volumen de las operaciones, pero también estarán obligados a superar un examen que acredite que comprenden los riesgos asociados.

El esquema prevé que las operaciones con criptomonedas se realicen utilizando la infraestructura financiera ya existente: las bolsas, 'brokers' y fideicomisarios podrán ofrecer estos servicios con sus licencias actuales. A la vez, se introducirán requisitos específicos adicionales para los depositarios y plataformas de cambio especializadas en criptoactivos.

El plan contempla igualmente que los residentes en Rusia puedan comprar criptomonedas en el exterior, pagándolas desde cuentas abiertas fuera del país, y enviar al extranjero criptoactivos adquiridos con anterioridad mediante intermediarios rusos. No obstante, todas estas operaciones deberán comunicarse obligatoriamente a la autoridad tributaria.

El Banco de Rusia ha reiterado que sigue considerando las criptomonedas como “un instrumento de alto riesgo”, subrayando que estos activos no están emitidos ni respaldados por ninguna jurisdicción y presentan una elevada volatilidad, además de estar expuestos al riesgo de sanciones. “Al decidir invertir en criptoactivos, los inversores deben comprender que asumen el riesgo de perder sus fondos”, recalca el organismo emisor.

En marzo pasado, el Banco de Rusia ya había propuesto permitir que un grupo restringido de inversores rusos “particularmente cualificados” pudiera comprar y vender criptomonedas bajo un régimen jurídico experimental especial y con una duración de tres años.