El Banco Sabadell ha comunicado que el próximo 29 de agosto distribuirá un dividendo de 0,07 euros por acción, como parte de los resultados anticipados de 2025. Esta decisión fue publicada mediante un comunicado de prensa junto con la presentación de sus resultados y su plan estratégico extendido hasta 2027.
Se espera que la entidad financiera entregue aproximadamente 370,1 millones de euros a sus accionistas en esa fecha, representando esto un 37% de las ganancias obtenidas en el primer semestre, que ascienden a 975 millones de euros.
De acuerdo con el plan de acción que la entidad ha revelado hoy, en un escenario definido por la oferta pública de adquisición (OPA) que BBVA pretende realizar sobre Sabadell, se prevé que la remuneración a los accionistas entre 2025 y 2027 alcance los 6.300 millones de euros, lo cual es más del 40% de su valor actual en bolsa.
Estos 6.300 millones de euros se repartirán a través de dividendos en efectivo y recompras de acciones. Incluye la asignación del 60% de los beneficios obtenidos durante el periodo, la distribución de todo capital que supere el 13%, y un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros por la venta de TSB, ambas medidas —el reparto de dividendo extraordinario y la venta— sujetas a la aprobación de los accionistas el próximo 6 de agosto.
Para el año 2025, el banco tiene previsto distribuir 1.300 millones de euros de los resultados actuales a través de dividendos en efectivo y la recompra de acciones. A este primer dividendo a cuenta, se sumarán dos más ordinarios conforme a las proyecciones de Sabadell y la política de remuneración ratificada en la última asamblea de socios: uno el 29 de diciembre y otro entre marzo y abril de 2026. Además, se incluirá la distribución del excedente de capital.
En los años 2026 y 2027, la estimación de Sabadell es remunerar a sus accionistas con al menos 2.500 millones de euros. Simultáneamente, la entidad invertirá un total de 1.002 millones de euros en programas de recompra de acciones, de los cuales ya ha efectuado el 85%. Según detalla la institución, este esquema busca reducir el capital social del Banco Sabadell mediante la cancelación de las acciones propias adquiridas, lo que incrementa el porcentaje de propiedad de cada accionista sobre el banco, permitiéndoles así acceder a una mayor porción de los beneficios.