Safran registra un incremento del 11% en sus ganancias hasta junio y actualiza sus proyecciones para 2025

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La empresa francesa Safran, que opera en el sector aeronáutico de defensa y comercial, anunció un beneficio neto atribuido ajustado de 1.587 millones de euros, reflejando un aumento cercano al 11% en comparación con los 1.432 millones de euros del periodo correspondiente al año pasado, de acuerdo con sus últimos informes financieros. Además, ha revisado al alza sus expectativas para el fin de este año.

Por otro lado, en términos reportados, el beneficio neto atribuido de Safran fue de 5.045 millones de euros, lo que supone un incremento notable (+8.750%) frente a los 57 millones de euros del mismo lapso en 2024.

La cifra de ingresos ajustados de la compañía durante el primer semestre alcanzó los 14.769 millones de euros, un 13,2% más que los 13.047 millones de euros al finalizar junio del año anterior.

El resultado operativo recurrente ajustado llegó a los 2.510 millones de euros, un 27,15% más que los 1.974 millones de euros del primer semestre del año previo. Así, el margen operativo de Safran entre enero y junio de 2025 alcanzó un récord del 17%, casi dos puntos porcentuales por encima del 15,12% del primer semestre del ejercicio anterior.

La deuda neta de la empresa al finalizar los primeros seis meses del año fue de 1.869 millones de euros, un incremento del 7,53% respecto a los 1.738 millones de euros a 31 de diciembre de 2024. El flujo de caja libre de Safran se situó en 1.834 millones de euros, lo que representa un incremento del 25,35% interanual.

«El Salón Aeronáutico de París confirmó las tendencias del sector y las prometedoras perspectivas de crecimiento tanto para la industria aeroespacial civil como para la defensa. Como reflejo de este entorno positivo, Safran obtuvo excelentes resultados en el primer semestre de 2025, alcanzando un margen operativo récord del 17%, así como una generación de efectivo sin precedentes, impulsada por la robusta actividad de posventa de motores civiles», explicó Olivier Andriès, consejero delegado de Safran.

«Con este sólido desempeño elevamos nuestras previsiones para el año completo en todas las métricas y reiteramos nuestra confianza en nuestras perspectivas a medio plazo. En el ámbito comercial, celebramos los avances logrados en la exención arancelaria transatlántica (en referencia al acuedo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos) para la mayoría de los productos aeroespaciales y nos mantenemos vigilantes y proactivos en la gestión de cualquier exposición residual», añadió el directivo.

En cuanto a la revisión al alza de las previsiones, la empresa ahora estima incrementar sus ingresos en el rango bajo de los dos dígitos (antes estimaba un 10%) y cerrar el año con un resultado operativo recurrente de entre 5.000 y 5.100 millones de euros, frente a los 4.800 y 4.900 millones de euros previstos anteriormente. También espera concluir el año con un flujo de caja libre de entre 3.400 y 3.600 millones de euros, en comparación con el rango anterior de entre 3.000 y 3.200 millones de euros.

Sin embargo, señaló que el principal desafío para sus proyecciones radica en la capacidad de producción de la cadena de suministro.

En relación con la celebración de la exención arancelaria para la mayoría de los productos aeroespaciales en el contexto del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos, Safran se suma así a la acogida positiva de esta medida por parte de otras empresas del sector, como Dassault Aviation, que destacó que esta medida es «positiva para los fabricantes a ambos lados del Atlántico».

La semana pasada, Safran cerró la adquisición de Collins Aerospace, una filial de RTX especializada en control aéreo y sistemas de misión crítica para helicópteros y aviones comerciales y militares, por un monto de 1.800 millones de dólares (aproximadamente 1.573 millones de euros). Asimismo, ha anunciado una inversión de 450 millones de euros en una nueva planta en Francia para la fabricación de frenos de carbono para aeronaves. La nueva fábrica, que se ubicará en Lyon, complementará las operaciones de otras plantas de Safran Landing Systems en Villeurbanne (Francia), Walton (Estados Unidos) y Sendayan (Malasia). Se espera que las instalaciones estén operativas en 2030 y se proyecta un aumento en la producción del 25% para 2037. La planta comenzará su actividad con alrededor de 100 empleados, aunque se espera que el número de trabajadores se duplique cuando la planta funcione a plena capacidad.

«Dado que la energía puede representar hasta el 30% del coste de fabricación de un freno de carbono, la elección del lugar dependía de una garantía de acceso seguro a electricidad baja en carbono a un precio estable y competitivo a largo plazo», detalló la empresa sobre la elección de la ubicación de la nueva planta.

Los frenos de carbono de Safran Landing Systems están presentes en el 55% de los aviones comerciales con más de 100 asientos y son utilizados por más de 500 aerolíneas diariamente en todo el mundo, según información de la compañía francesa.

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