El mandatario español, Pedro Sánchez, ha apoyado la creación de un impuesto a los pasajes de primera clase y al uso de aviones privados.
Durante su participación en un evento sobre la ‘Plataforma Sevilla para la Acción’, en la IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU, Sánchez ha anunciado que España formará parte de un grupo de naciones que buscarán «una mayor contribución del sector de la aviación a las transiciones justas y a la resiliencia climática a través de una tasa específica a los billetes de clase ejecutiva y también a los jets privados».
Esta medida se añade a otros compromisos previos como la disminución de la deuda a naciones en desarrollo, reorientando esos fondos hacia sectores críticos como seguridad alimentaria, acción climática y salud, y hacia impuestos «justos» para grandes fortunas.
Según Sánchez, este esfuerzo es parte del ‘Compromiso de Sevilla’, un documento de la cumbre que incluirá «130 acciones concretas y medibles». Sostiene que, aunque el panorama actual es «sombrío», es factible afrontarlo ya que «los recursos existen» y con solo 4,3 billones de dólares, menos del 1% de la riqueza global, se podría cubrir el déficit anual para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. «Existe la capacidad, pero faltan la voluntad y el coraje para llevarlo a efecto», declaró.