En 2024, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) experimentó un incremento en sus pérdidas netas, alcanzando los 2.826 millones de euros, lo que representa un aumento del 28,6% en comparación con los ‘números rojos’ de 2.198 millones en 2023, como informó el propio ‘banco malo’ al publicar su informe anual este jueves.
La entidad observó un aumento en su cifra de negocios, que se ubicó en 2.399 millones de euros, un 13,2% más que el año pasado. No obstante, el coste de las ventas ascendió a 3.744 millones, reflejando un aumento del 26,7%.
Esto resultó en un margen bruto contable negativo de 1.345 millones de euros, un 60,9% mayor que en 2023. Los costos asociados a la gestión, comercialización y mantenimiento vieron una reducción del 6,2%, situándose en 441 millones de euros.
Venta de Activos Inmobiliarios y Desarrollo
En el sector de la venta de activos inmobiliarios, Sareb reportó ingresos de 1.753 millones de euros, lo que supone un incremento del 6% respecto a 2023. La venta exitosa de activos terciarios y obras paralizadas fue un factor clave en este aumento. Durante 2024, se vendieron 8.900 viviendas a particulares, una actividad que será detenida en 2025 tras una decisión de la junta de accionistas del 20 de marzo.
En cuanto al negocio de desarrollo inmobiliario, los ingresos de Sareb crecieron a 588 millones de euros, un 7% más que el año anterior. Este aumento incluye la actividad de Árqura Homes, que entregó 1.650 viviendas durante el año, comparado con 1.620 el año anterior, elevando sus ingresos un 5%, hasta alcanzar los 414 millones de euros.
Finalmente, la deuda sénior de Sareb se situó en 28.183 millones de euros al cierre de 2024, lo que representa una disminución de 1.230 millones de euros (-4,2%). Desde su creación, el ‘banco malo’ ha logrado reducir su deuda en 22.598 millones, un 4,5%.
Además, Sareb destacó que al cierre de 2024, contaba con 13.000 viviendas habitadas por personas con vulnerabilidad detectada, ofreciéndoles un programa de acompañamiento social. De estas, 7.000 tenían un contrato de alquiler social firmado, y otros 1.826 contratos estaban aprobados y pendientes de formalización.