El aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam ha iniciado un proyecto piloto que incorpora el uso de vehículos movidos por hidrógeno en sus operaciones cotidianas, extendiéndose hasta los primeros días de octubre, de acuerdo con un comunicado oficial.
Este programa incluye un vehículo remolcador de aeronaves y una camioneta prototipo de Toyota con motor eléctrico a hidrógeno.
Varias veces al día, el remolcador de aeronaves trasladará un Boeing 737 de KLM desde las áreas de estacionamiento hasta los hangares, pistas de rodaje y puertas de embarque. Paralelamente, la camioneta será empleada por el equipo encargado del control de aves para evitar que estas interfieran en las pistas.
«Mediante pruebas en el aeropuerto, estamos explorando soluciones innovadoras que contribuyen a operaciones en tierra sin emisiones», explicó Esmé Valk, directora de Personal y Transformación del Royal Schiphol Group.
Respecto al hidrógeno, Valk subrayó su potencial como un complemento «prometedor» a la propulsión eléctrica, en especial para vehículos de uso intensivo o que requieren alta disponibilidad, como los de control de aves y los vehículos de bomberos.
El proyecto, apoyado por una subvención de la Unión Europea, resulta de una colaboración entre el Royal Schiphol Group y entidades como KLM, el Aeropuerto de Róterdam-La Haya, el Aeropuerto de Turín y Hermes Airports, entre otros.