El mercado de energías renovables está experimentando una significativa corrección en sus tasaciones, que alcanzan hasta un 60%, impulsada por la disminución de los precios de la energía, que han registrado episodios de valores nulos e incluso negativos debido a la sobrecapacidad en el sector, en particular en la energía solar fotovoltaica. Este fenómeno ha sido detallado en el informe ‘Spanish Energy Deal Pulse’ de Alvarez & Marsal.
El análisis resalta que los proyectos en etapas iniciales, sobre todo los ‘ready to build (RtB)’, son los más perjudicados. Durante el periodo 2021-2023, la valoración de estos activos se situaba entre 150.000 y 250.000 euros por megavatio (MW), pero ha descendido a un margen de 50.000 a 90.000 euros/MW en la actualidad para los proyectos más vulnerables a la volatilidad de los precios energéticos.
Según la firma, esta ajuste refleja el aumento del riesgo percibido y las dificultades para garantizar ingresos constantes, llevando a promotores y fondos a adaptar sus modelos financieros hacia contratos de compra de energía a largo plazo (PPA) y proyectos de hibridación que reduzcan la incertidumbre de los precios.
El informe también señala un cambio de ciclo en el mercado eléctrico, caracterizado por la desaceleración de las operaciones, la volatilidad de los precios y un desajuste creciente entre la oferta y la demanda. Aunque el valor agregado de las operaciones en España aumentó un 60%, motivado por grandes transacciones, el volumen total ha disminuido un 10% interanual, en contraste con un aumento del 27% a nivel europeo.
Además, el exceso de capacidad, especialmente en energía solar fotovoltaica, ha llevado a una ‘canibalización de precios’, con un precio capturado por la generación solar en 2024 de 45 euros/MWh, frente a los 58 euros/MWh del año anterior, y una previsión de caída por debajo de los 35 euros/MWh en 2025. La demanda eléctrica, por su parte, ha disminuido un 3,7% en el último año.
Otro desafío destacado es la saturación de la red de distribución, con más del 80% de las subestaciones españolas en su máxima capacidad, dificultando la conexión de nuevos proyectos. A nivel regulatorio, se valora positivamente las recientes medidas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del Gobierno, que buscan fortalecer la estabilidad del sistema energético.
A pesar de las tensiones, se identifican oportunidades para un nuevo ciclo de crecimiento, respaldado por el aumento del consumo eléctrico asociado a la digitalización y la electrificación industrial, la expansión del almacenamiento energético y el fortalecimiento de las redes. La inversión pública prevista en la red eléctrica, que asciende a 13.590 millones de euros hasta 2030, apoyará este proceso.
Manuel Cortés, ‘managing director’ de Valuations en A&M, expresó que las actuales valoraciones representan ‘un ajuste necesario que devuelve realismo al mercado’. ‘Tras años de crecimiento acelerado, el sector necesita recalibrar expectativas y basar las decisiones de inversión en fundamentos sólidos. Este proceso, aunque exigente, sienta las bases para una recuperación más sostenible y eficiente a medio plazo’, concluyó.