El sector manufacturero de la eurozona alcanza su pico en 38 meses con España en posición prominente

Archivo - Planta de Ford en Almussafes.FORD - Archivo

En agosto, la actividad del sector manufacturero de la eurozona superó el umbral de 50 puntos al registrar 50,7 puntos, dejando atrás la «cuasiestabilización» de julio con 49,8 puntos y marcando la mejor lectura de PMI en los últimos 38 meses.

S&P Global y Hamburg Commercial Bank resaltaron que en agosto el índice experimentó una expansión, tras un «prolongado periodo de declive», impulsado por el incremento más notable en la producción industrial desde marzo de 2022 y por el aumento de nuevos pedidos, el primero en casi tres años y medio.

Las firmas de análisis atribuyeron este desempeño a la demanda interna, aunque destacaron que las exportaciones disminuyeron por segundo mes consecutivo.

Simultáneamente, los ‘stocks’ se redujeron más rápidamente y las empresas intensificaron la disminución en sus volúmenes de compra, a pesar de enfrentar mayores retrasos en las entregas por parte de los proveedores.

Los costos medios de los insumos aumentaron por primera vez desde marzo, aunque «marginalmente», mientras que los precios cobrados se redujeron.

Dentro de los países de la eurozona con datos disponibles, Grecia obtuvo el mejor resultado con 54,5 puntos, seguida por España con 54,3 puntos, los Países Bajos con 51,9 puntos e Irlanda con 51,6 puntos. Francia e Italia apenas superaron el umbral de estabilidad con 50,4 puntos, mientras que Alemania y Austria no lo alcanzaron, registrando 49,8 y 49,1 puntos respectivamente.

«La recuperación económica en el sector manufacturero se está generalizando. (…) Los pedidos nacionales han aumentado y están compensando el debilitamiento de la demanda externa. De hecho, la mejor solución contra los aranceles estadounidenses podría ser fortalecer la demanda interna, incluso dentro del mercado interior de la UE», explicó el economista jefe de Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia.

«La recuperación es real, pero sigue siendo frágil. Los niveles de inventario siguen disminuyendo y la leve aceleración en la caída de los pedidos pendientes muestra que las empresas aún están experimentando incertidumbre. (…) Consideramos que el aumento de la producción y la entrada de más pedidos en este entorno (de aranceles y tensión geopolítica) son señales de resiliencia», añadió.

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