La Asociación Española del Gas, Sedigás, ha expresado su satisfacción al ver que los biogases, especialmente el biometano, se consolidan con “un lugar central” en la recién presentada Estrategia Europea de Bioeconomía por la Comisión Europea. La organización ha hecho un llamamiento a las autoridades españolas para adoptar “ambición, certidumbre y seguridad regulatoria” con el fin de maximizar el potencial nacional en este ámbito.
Desde Sedigás se ha resaltado que esta estrategia de la UE identifica a la bioeconomía como una “oportunidad estratégica del siglo XXI”, esencial para fomentar la competitividad y el crecimiento económico. Además, se ha valorado positivamente la adopción por parte de la Comisión Europea de medidas decisivas para facilitar la implementación de los biogases. Entre estas medidas se incluyen la simplificación de la regulación, la creación de un foro europeo para agilizar las autorizaciones, el establecimiento de regulatory sandboxes, la introducción de nuevos instrumentos financieros para proyectos pioneros, y la revisión de metodologías para evaluar la sostenibilidad ambiental de estos gases renovables.
Asimismo, Sedigás ha recordado que España ocupa el tercer lugar en Europa en términos de potencial de producción de biometano, gracias a factores como la disponibilidad de residuos orgánicos y una infraestructura adecuada. Esta situación representa una gran oportunidad para el desarrollo rural. Por ello, la asociación ha instado a las administraciones públicas a establecer “unos objetivos ambiciosos, claros y alineados” con la estrategia europea, a simplificar y armonizar procedimientos, y a mejorar las condiciones para atraer inversiones y desarrollar proyectos industriales utilizando la infraestructura de gas existente como “palanca estratégica para la rápida integración del biometano en el sistema energético”.
Joan Batalla, presidente de Sedigás, ha declarado que España “dispone del potencial, la infraestructura y el tejido empresarial necesarios para situarse entre los líderes europeos en biometano”. “Solo necesitamos un marco regulatorio claro y estable que permita acelerar su despliegue”, concluyó.
